«¿Cuál es mi papel en el mundo?»

Apuntes del encuentro de Julián Carrón y Francesco Barberis con los bachilleres que se preparan para la EvAU. Milán, 12 de febrero 2020

Francesco Barberis. Buenas tardes a todos, profesores y estudiantes de los dos últimos cursos de bachillerato, reunidos aquí en Milán y en más de 80 ciudades conectadas desde Italia, Suiza, Portugal y República Checa. Estamos aquí porque nos urge nuestra vida de estudiantes: este momento tan dramático y, al mismo tiempo, tan apasionante, pone de manifiesto las preguntas fundamentales, fundamentales para cualquiera, pero tan vibrantes a vuestra edad: «¿Cuál es mi papel en el mundo?»,
«¿para qué merece la pena vivir?», «¿cómo no equivocarnos al elegir el futuro?», «¿es un problema si me equivoco?». Todas estas preguntas y otras que saldrán hoy a la luz queremos planteárselas a Julián Carrón, que es un padre para nosotros. En el fondo no queremos simples respuestas: queremos no perder el origen del que nacen estas preguntas. Por eso buscamos mucho más que respuestas, buscamos a alguien que abrace estas preguntas, alguien que las haga suyas, un padre que esté dispuesto a caminar con cada uno de nosotros, a dar junto a nosotros los pasos necesarios para descubrir en la vida las respuestas a nuestras preguntas. Por eso estamos tan agradecidos de que esté Julián aquí, para poder compartir con él un trozo del camino.(...)

Tengo una pregunta sobre la EvAU y sobre el periodo que nos separa de ella. Necesito ver que el hecho de tener que quedarme en casa para estudiar no es un menos comparado con el nivel de vida que deseo. Quiero ver que no me estoy perdiendo algo. Por ejemplo, un sábado tuve que renunciar a ir a la caritativa [con el término «caritativa» se indica un gesto de caridad propuesto y guiado que jalona la vida de forma regular (semanal o quincenalmente). El objetivo no es resolver situaciones personales o sociales de necesidad, sino compartirlas para aprender a concebir y a vivir toda la vida como compartición, como «caridad», según la novedad que Cristo ha traído; ndr.] porque tenía que preparar un examen. La sensación que tenía era la de estar perdiéndome algo (en este caso, la caritativa). Pero no quiero que sea así. Al acercarme cada vez más a la EvAU y tener que aumentar por tanto la cantidad de estudio, realmente necesito experimentar que quedarme en casa para estudiar no es perderme algo, no es un menos. ¿Cómo se hace esto? ¿Puede ser así realmente? Por ahora es como verme obligada a estar encerrada en casa cuando fuera hace un día precioso.

Julián Carrón. ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Has vivido alguna vez una circunstancia concreta en la que no hayas tenido la sensación de perderte algo? Tú dices: «Si tengo que quedarme en casa para estudiar no puedo ir a la caritativa». Cuando decides hacer algo siempre dejas fuera otra cosa; nadie tiene el poder de estar en todas partes al mismo tiempo. Se trata de un problema serio, porque hoy se plantea con respecto al estudio, pero mañana será con respecto a otra cosa. Por tanto, afrontar la cuestión de cómo podemos vivir el momento concreto de forma que no nos perdamos todo lo demás es crucial para vivir, no solo para el examen de la EvAU. Como nos hemos dicho siempre, para responder es necesario partir de la experiencia. ¿Has vivido alguna vez una experiencia en la que, viviendo algo concreto, hayas tenido la impresión clara de que en ese momento estaba todo y no te faltaba nada?

Descarga el pdf