¿Qué es la educación, qué calidad queremos para ella y qué nos mueve a educar? Son algunas de las preguntas que urgen la conciencia de todos cuando mandamos los niños al colegio, cuando comenzamos una obra educativa y también ahora delante de La Reforma Educacional. En un contexto más amplio Benedicto XVI interpelaba nuestra insatisfacción declarando para nuestros tiempos: "Emergencia educación".

Bienvenida la Reforma si sirve a la educación de todos los chilenos… pero, una vez más, parece que la urgencia de la política y la economía está ganando la batalla. Vivimos en el supuesto de que si atrapamos la educación, si la encasillamos, lograremos mejorarla...pero no se puede acallar la pregunta "qué es la educación" y no se puede mejorar la educación olvidando el lugar donde acontece:¡la escuela! Esta es la experiencia de nuestras obras educativas - en San Bernardo, La Florida, Peñalolén y Peñaflor- que han nacido de la mirada de un hombre, Luigi Giussani, desbordante de una pasión por lo humano en la cual el hecho educativo es constitutivo de cada hombre, y por eso, en la medida que se vuelve consciente, respuesta a las necesidades de otros hombres.

Se ha partido sin preguntar a los educadores, sin reconocer que se construye desde lo que existe y que el mejor socio del Estado es la Sociedad Civil. En la columna vertebral de La Reforma Educacional, en cambio que una propuesta sobre la calidad de la educación, se busca corregir el sistema con 3 grandes "No". Es una ley en negativo, pero la educación es siempre la experiencia de una positividad que potenciar y extender.

1. El fin del lucro y su paradoja.

Lo que hace deseable esta apuesta es comprender el "no profit" en positivo y, por tanto, con indicaciones de ley sobre las condiciones para su desarrollo, creatividad e innovación...pero, si se piensa que basta con amputar el lucro de las instituciones educativas, surgen múltiples interrogantes: ¿Cómo se desarrollarán las entidades sin fines de lucro en el diálogo con el mundo financiero, de la cooperación internacional y público? ¿Es el non profit una "camisa de fuerza" o una "autopista"? ¿Se podría crear un estatuto del non profit para las ONG educacionales?

Sin horizonte de desarrollo para el sector particular subvencionado la educación del 50% de los chilenos estaría condenada a la atrofia…por ejemplo, la compra de los inmuebles y de la matrícula por parte del Estado ¿cómo se condice con la provisión mixta, con la libertad de emprender? Se pregunta un senador: ¿Es el Mineduc un gestor inmobiliario? Y además, esta compra de inmuebles ¿es una forma de focalizar recursos en la prioridad de mejorar la educación o es una compra de la calidad de proyectos particulares que la misma ley torna inviables? Esta inconsistencia de la ley tiende a mostrar la escasa credibilidad del Estado en las mismas Organizaciones sin fines de lucro que se promueven.

2. El fin del copago y la ausencia de los padres.

El proyecto de ley reconoce la necesidad de allegar recursos a educación, pero considera que él Estado es el único que puede hacerlo. ¿Qué pasará con la educación particular subvencionada y sus legítimos compromisos, si los recursos no le alcanzan al Estado? Es inaceptable que se discrimine el ingreso a un alumno por no poder pagar, de la misma forma que se vete la libre contribución de los padres a su colegio.

¿Quién explicará la violencia de interrumpir contratos de profesores por falta de ingresos, o venta de colegios para solventar las deudas contraídas de buena fe con los bancos? En nuestra experiencia, el "valor agregado" de una obra educativa está en la identidad de su PEI y en la dignidad de su comunidad educativa que genera anónimamente a tantas personas. ¿No es esto lo que falta en tanto colegio -municipal o particular- y no nos atrevemos a decirlo?

¿Se está perdiendo la racionalidad de que el Estado no sustituya la libre iniciativa de los particulares, y que esté presente - en cambio- allí donde falte?

3. La no selección de estudiantes sin paternalismo.

La inclusión es un objetivo que compartir y potenciar. En un país en que decrece la natalidad, en el que, además, el 93% de los alumnos queda en el colegio que postula en primera opción, el problema de quienes postulan y no quedan en el colegio es algo que resolver sin el paternalismo del Estado. No hay discriminación de hecho cuando el 45% de los alumnos vulnerables está en los colegios particulares subvencionados y hay discriminación positiva cuando se consideran los vínculos reales con los miembros de la comunidad educativa que además aceptan el PEI del Establecimiento. Los abusos se pueden tipificar y sancionar como corresponde, pero no conviene oponer artificialmente los principios a la realidad. En cambio hay que redescubrir la comuna como espacio de encuentro y colaboración entre colegios, así que los niños tengan un lugar que mirar donde se rompe la dinámica del gueto.

En cambio, el desafío de la educación pone en evidencia la hipótesis con la cual el adulto afronta o no afronta la vida. Si se quiere des estigmatizar las escuelas de población vulnerable, la primera tarea es descubrir sus fortalezas, la positividad de lo que acontece para después potenciarlo. Es solo una propuesta educativa que abraza la discriminación lo que genera una verdadera obra educativa. Esta es la historia insuficientemente contada de tantas escuelas. Esta Reforma puede ser un nuevo inicio o el espejismo de una ilusión, porque las injusticias no se vencen con mejores modelos, sino por la presencia de otro más grande de mí, que nos rescata de nuestras propias medidas y que nos permite recomenzar…esta es la oferta del cristianismo como recurso inestimable en la pasión de lo humano. La ley debe favorecer y servir el crecimiento de estas y otras experiencias auténticas. "La educación no puede ser neutra…la misión de la escuela es desarrollar el sentido de lo verdadero, el sentido del bien y el sentido de lo bello" (Papa Francisco), y esto es posible cuando hay alguien a quien mirar, no ante todo una ley, sino una presencia.