Formación en una escuela-taller.

«La verdadera inversión son los propios alumnos»

Se presenta en Roma el Informe sobre la Subsidiariedad 2010. En una entrevista con 'Avvenire', el presidente de la Fundación para la Subsidiariedad explica dónde hay que centrarse para mejorar el sistema de formación profesional
Paolo Ferrario

Incrementar la calidad de los institutos profesionales y salvaguardar la experiencia de los centros de formación profesional, invirtiendo en las motivaciones de los alumnos es lo que le hace falta al sistema de formación profesional italiano según el presidente de la Fundación para la Subsidiariedad, Giorgio Vittadini, que analiza el Informe sobre la Subsidiariedad 2010 en una entrevista publicada en el periódico Avvenire.

¿Qué panorama describe el informe?
Hay que distinguir entre los institutos profesionales del Estado y los centros de formación profesional, normalmente gestionados por congregaciones religiosas, como por ejemplo los salesianos o asociaciones de inspiración cristiana. Por lo que respecta a los primeros, existe un cierto nivel de satisfacción entre el 60% de los alumnos que encuentran trabajo después de terminar sus estudios.

¿Se trata de empleos relacionados con la formación que han recibido?
No siempre, y eso no es positivo. El 50% de los jóvenes entrevistados declara que realiza un trabajo que no tiene relación con lo que ha estudiado. Eso significa que el sistema no ofrece una calidad suficiente en estas escuelas, que muestran una debilidad en los contenidos. En esto, sin duda habrá que volver a invertir.

¿Y los centros de formación profesional?
En estos centros también estudian chavales que tienen graves problemas sociales y, por tanto, la brecha inicial es muy fuerte. Sin embargo, el nivel de satisfacción es bueno y los aspectos relacionados con la motivación tienen mucha fuerza. Los resultados de empleo son peores que los institutos profesionales del estado, a excepción de la región de Lombardía, donde el mercado de trabajo funciona y la puesta en marcha del cheque escolar en la Región ha elevado la calidad de la formación.

¿A qué se debe esta correlación?
Al hecho de que cuando se salvaguarda la libertad de elección de las familias, no sólo se reduce la marginación social, favoreciendo la asistencia escolar de jóvenes que de otro modo no serían admitidos en ningún curso formativo, sino que también se genera una verdadera inversión en las motivaciones ideales de los alumnos.

En las conclusiones del informe, se lanza la propuesta de un nuevo Sistema de Bienestar basado en el modelo de la Big Society inglesa, ¿cuáles deberían ser sus fundamentos?
Sobre todo, habría que favorecer la libertad de elección de las familias, incrementando el mecanismo del cheque escolar, que como hemos visto mejora la calidad de la formación. En segundo lugar, para permitir la estabilidad del trabajo de los diplomados, habría que aumentar los mecanismos de flexibilidad, que no son sinónimo de precariedad, sino que permiten a las personas entrar en el mundo del trabajo. El ejemplo es el de las escuelas-taller, donde a través de ciclos y contratos de aprendizaje se refuerza la relación entre el sistema educativo y el mundo del trabajo y la empresa, que es la verdadera carta ganadora del futuro.

(publicado en Avvenire)