Hacia el Meeting. Esa mirada penetrante del Cristo de Monreale
Presentada la exposición dedicada a los mosaicos de la catedral de la diócesis siciliana. Monseñor Pennisi: «Esos ojos nos educan». Emilia Smurro: «Es el icono del lema de este año»El rostro de Dios probablemente es la imagen sagrada más representada en el mundo del arte. «El motivo del culto de las imágenes del cristianismo radica en el hecho de que la verdad del cristianismo consiste en que Dios se ha hecho hombre, el Verbo se ha hecho carne», explica monseñor Michele Pennisi, arzobispo de la diócesis italiana de Monreale. «Dice san Juan que a Dios nunca nadie lo ha visto. Es el propio hijo de Dios quien, haciéndose hombre, lo hace visible. Por tanto, si Dios se hace visible, podemos representarlo». No cabe duda de que entre sus muchísimas representaciones, el rostro del Cristo Pantocrátor en el ábside de la catedral de Monreale es uno de los más conocidos del mundo.
Precisamente esa reproducción será el mayor reclamo de la exposición “Una puerta se abre en el cielo: la catedral de Monreale”, en el próximo Meeting de Rímini. Durante su presentación en Sicilia, el pasado 26 de junio, la presidenta del Meeting, Emilia Guarneri, no tardó en relacionarla con el lema de este año. «Existen un nexo y una resonancia muy significativa entre el título del Meeting de este año, “Tu nombre nació de lo que mirabas”, y este magnífico mosaico del Cristo Pantocrátor que, nada más entrar en la catedral, ves cómo te mira fijamente… haciendo inevitable que tú también lo mires. Este Cristo es la imagen de uno que, al mirarnos, nos da nombre, de modo que podemos reconocer nuestro propio nombre mirándolo a él. Creo que es todo un icono del Meeting de este año».
Monseñor Pennisi lo explicó así durante el encuentro que contó, entre otros, con la presencia del director del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, Emmanuele Forlani, el comisario del proyecto científico, Mirko Vagnoni, el responsable de Ultreya, la empresa encargada de los aspectos técnicos que han hecho posible su realización, Sandro Chierici, y el presidente de la Fabbriceria de la catedral, Nicola Gaglio.
«El lema del Meeting este año, tomado de un poema de Karol Wojtyla, intenta responder a esta pregunta: ¿de dónde nace el “rostro” de cada uno de nosotros?, ¿qué da significado a nuestro propio “nombre”?», explicó Pennisi. «Porque sin rostro no se puede mirar nada ni se puede gozar de nada; sin nombre quedas reducido a una nada que se mezcla con la nada, como dice un refrán de la tradición siciliana. El propio “nombre” nace de aquello que uno mira y, por tanto, de la relación con Otro distinto de uno mismo, por el que se siente llamado al ser. Tomar conciencia de este ser “llamados” a existir es la experiencia más impactante, de la que depende la posibilidad de comprometernos en serio con la realidad».
El comisario del proyecto científico, Mirko Vagnoni, explicó así la particularidad de esta iniciativa. «Una exposición sobre la catedral de Monreale no se puede limitar a la reproducción de fotos bonitas, debe servir para comprender que la catedral ha tenido, y tiene, una vida, y que ella misma da testimonio de los benedictinos que la habitaron durante muchos años. Por este motivo, los visitantes harán un recorrido que idealmente es el que hacían los monjes, del monasterio al coro, del lugar donde vivían al lugar donde rezaban. Y durante ese recorrido se les invitará a detenerse y reflexionar, no solo a mirar». Se refiere a la sala que a mitad del recorrido albergará el icono de la Odigitria, una obra maestra del arte medieval que sale por primera vez de Monreale para trasladarse a una sede expositiva fuera de Sicilia. «El icono se pondrá a mitad del recorrido, en una sala en penumbra, sin explicaciones de ningún tipo, para invitar a los visitantes a pararse y contemplar», explicó Gaglio. «Para que puedan comprender llana y personalmente lo que esa imagen puede decir al corazón de cada uno».
«En la belleza de la arquitectura y los mosaicos va inscrita la fe de nuestros padres, expresada en la mirada, el fervor de su vida cristiana, la historia de santidad de nuestra Iglesia», añadió Pennisi. «La mirada de quien entra en la catedral se ve impactada sobre todo por las armoniosas proporciones de la estructura, pero luego es inevitable percibir, dentro de las formas y del brillo del oro y los colores, algo nuevo y antiguo a la vez, un deseo de trascendencia que alcanza al espíritu y lo envuelve. Todo en esta basílica nos introduce en una teología de la historia de Dios y del hombre que, partiendo de la creación, culmina en la liturgia celeste. El Pantocrátor, con su abrazo de bendición y su mirada penetrante, educa a los cristianos e interpela, incluso a los que viven alejados de la experiencia creyente, sobre el sentido de su propio rostro y de su propio nombre».
Junto a la muestra, se expondrán otros objetos procedentes no solo de la catedral o de su museo, sino también de la biblioteca de los monjes, la biblioteca del seminario y el archivo histórico de la catedral. Entre las cosas más difíciles de explicar está qué significa crear un mosaico, y en consecuencia qué significa realizar un ciclo tan complejo como el de la catedral. Por este motivo, se instalará un espacio donde, durante unas horas al día, algunos alumnos del Instituto del Mosaico en Monreale mostrarán cómo se crea una parte de un mosaico. Esto bastará para dar a entender lo grande que es el proyecto de la decoración, las energías y competencias que exige.
Otra iniciativa paralela será el concierto que el maestro Marcelo Cesena ofrecerá el viernes 23 de agosto. Un concierto multimedia, que se estrenó en la catedral de Monreale el pasado mes de diciembre, con un video del director Alessandro Spinnato, que dará a conocer el Tesoro de Monreale al público del Meeting.