Cien años exactos separan el nacimiento de Heinrich Schütz (1585-1672) del de Johann Sebastian Bach (1685-1750). Un siglo de extraordinaria riqueza e importancia para la historia de la música, durante el cual el gran maestro cultivó con pasión y prestigio ese terreno cuyos frutos maduros recogió el genial talento de su futuro discípulo, siguiendo el hilo rojo de un arte que si por un lado parece altamente sofisticado e intelectual, por otro abre de forma directa e inmediata el corazón de quien se acerca a él.

Compositor de la corte de Juan Jorge I de Sajonia y maestro de la Capilla del Estado sajón de Dresde, Schütz representó una figura de primerísimo plano en el panorama musical del siglo XVII: la conjunción entre la ilustre tradición polifónica flamenca del Renacimiento y las innovadoras instancias procedentes de los ambientes italianos de las primeras décadas del siglo, donde el melodrama empezaba a dar sus primeros pasos en los escenarios teatrales.
El director Hans-Christoph Rademann quiso consagrar su actividad discográfica a las “obras completas” del maestro y el sexto volumen de su “Schütz Edition” está dedicado a tres espléndidas páginas musicales, que se remontan a la madurez tardía del artista y que se central totalmente en el tiempo de Cuaresma. Composiciones que exigen una audición comprometida y atenta, pero superado el escollo de la lengua (alemán antiguo) – gracias también a la traducción al inglés incluida en el libreto del CD – regala a cambio la ocasión de acercarse, mediante la música, a un momento privilegiado de reflexión y meditación.

Se abre con las Siete palabras de Jesucristo en la cruz, una suerte de historia donde el compositor alemán invita al “espectador” a subir con él al Gólgota para vivir de cerca y experimentar los últimos instantes de vida del Redentor.
Aún más teatral y sugerente es la pieza que cierra el disco, la Pasión según san Lucas, que se impone casi como una auténtica puesta en escena, esculpida en la piedra de un lenguaje musical que representa la síntesis entre una suerte de vocalidad “neogregoriana”, con el contrapunto de la tradición madrigalista, y la libertad expresiva del motete de la escuela barroca.

Entre medias, se vuela muy alto, bajo el impulso de una profunda conmoción evocada por el “sacro concierto” Erbarme dich mein, o Herre Gott para una sola voz y cuarteto de violas: una obra maestra de luces y sombras que el maestro Schütz cincela con maestría y participación, abriendo así el camino a sus discípulos, también a los más ilustres, como el gran Bach, que un siglo más tarde se inspiraría idealmente en este texto para sublimar el pensamiento de Pedro con una de las arias más hermosas de su Pasión según san Mateo.

Schütz
Die Sieben Worte, Erbarme dich, Lukaspassion
Dresdner Kammerchor, The Sirius Viols, Hans-Christoph Rademann
Carus / New Communication (2013)