Gaza, 7 de octubre de 2023 (Foto: Ansa/Epa/Mohammed Saber)

Pizzaballa: «No a la violencia. Rezamos por la paz»

Tras el ataque de Hamás a Israel, el Patriarca latino de Jerusalén describe su dolor y preocupación por lo que está pasando. Una entrevista publicada en Avvenire
Mimmo Muolo

«Condena» de la violencia, «gran preocupación» por lo que ha pasado y la «sensación de que la situación aún puede agravarse más». Son las palabras del cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, tras el ataque de Hamás a Israel. Se encuentra en Italia para participar en el Sínodo y no oculta su dolor.

¿A qué se debe la escalada de violencia?
Ante todo, a las dimensiones del ataque y a los numerosos secuestros que ha habido de civiles. Son factores totalmente nuevos, que se suman a un clima de gran desconfianza. Espero equivocarme, naturalmente, pero me temo que la situación empeorará y se encadenarán las represalias.

De hecho, las autoridades israelíes, con Netanyahu a la cabeza, han hablado de guerra y no “solo” de ataque terrorista.
Lo que viene a confirmar, por desgracia, mi sensación.

¿Pero ha sido un ataque inesperado o había señales premonitorias?
Estos territorios siempre han sido un volcán a punto de estallar. Pero creo que, al menos por parte de Israel, esta situación y de esta manera ha sido una sorpresa.

¿Qué se puede hacer ahora? ¿Considera positivo que, a excepción de Irán, la comunidad internacional haya condenado el ataque de manera unánime?
Sin duda. En primer lugar hay que frenar la violencia y luego realizar presiones diplomáticas para evitar que la dinámica de las represalias entre en un círculo vicioso del que resulte complicado salir. Habría que intentar aportar un mínimo de razonabilidad entre las partes, aunque en este momento parece complicado.

¿Ha podido hablar con el Papa?
He hablado con la Santa Sede y el Papa está al tanto de la situación.

¿Se espera que haga un llamamiento en el Ángelus?
Naturalmente no puedo responder por el Papa, pero supongo que sí. Su voz es importante.

¿En qué situación están los fieles cristianos?
Igual que todos. La guerra no tiene miramientos con nadie. Claro que los cristianos son una comunidad que ya ha sido muy probada y esta situación no ayuda para nada.

A veces da la sensación de que la mayoría de la población, tanto israelí como palestina, tiene un gran deseo de paz, pero viven casi como rehenes de los grupos que avivan el fuego de la guerra.
Sí, la población está cansada de todo esto, pero también es cierto que hay mucha desconfianza mutua. No basta con no querer la guerra. Hay que trabajan en perspectivas diferentes, al menos para favorecer relaciones de buena vecindad. Aunque esto también lo veo difícil en ambas partes.

¿Qué llamamiento le urge más en este momento para que el conflicto tampoco se extienda por ejemplo hacia el Líbano?
Que todos los líderes religiosos se empleen a fondo para apaciguar la situación y calmar los ánimos. En definitiva, que nadie eche más gasolina al fuego. Espero que se haga una oración por la paz y ya estamos poniendo en marcha iniciativas en este sentido en todas nuestras iglesias.

Entrevista publicada en Avvenire