Presentación de la exposición sobre Van Gogh en Encuentro Santiago

La verdad en el rostro de Otro

El trabajo de Encuentro Santiago de este año ha nacido del deseo por profundizar en el encuentro con otros; otros que puedan despertar nuestra vida y nos ayuden a descubrir a Otro con mayúscula que está detrás de cada rostro
Paula Giacosa

Encuentro Santiago ha hecho evidente este año una inquietud común, nacida de nuestras experiencias personales, de los trabajos que realizamos y de las personas con las que interactuamos. Por una parte, nos reconocemos en búsqueda constante, a ratos consciente y a ratos inconsciente, de la verdad y el sentido profundo de nuestra persona. Por otra parte, percibimos en estos días que es frente a otro, en el encuentro con otro, donde la verdad de nuestra humanidad vibra.

Este año propusimos encuentros enmarcados en la conmemoración del centenario de Luigi Giussani. El viernes presentamos uno de sus libros, El yo, el poder, las obras, que recoge intervenciones de Giussani sobre una concepción nueva de lo humano, e invitamos como panelistas a Clara Bowman, de HIF Global, que abordó el capítulo sobre el poder, y Fernando Bonzi, presidente de ACDI, que profundizó sobre las obras. Ambos, con diferentes experiencias, llegaron a la conclusión de que el poder finalmente es una posibilidad que, usada para el bien, hace que nos movamos por otros y con otros, mirando hacia un destino común. Como decían, «el poder junto con un yo en acción puede ser una energía que transforma y que puede cambiar el mundo».

Además, este año preparamos una muestra sobre Vincent Van Gogh. A través de sus cartas conocimos la relación con su hermano Theo, su amor por el arte, su pasión por la belleza. Ha sido una ocasión para verificar que es mirando a alguien que nos ama como se puede sostener también el dolor de la vida. Theo amó, protegió y acompañó a Vincent con una gratuidad que deseamos también nosotros. Hoy podemos apreciar la genialidad de Van Gogh gracias a la relación con su hermano, gracias a “otro” que lo acompañó. “Quiero ver la belleza en todas partes” era el título de esta muestra audiovisual, y con esta cita del artista queríamos decir que también hoy se puede buscar y amar la belleza, en tiempos que pueden parecer confusos y difíciles.

¿Qué hay detrás de cada cosa? El sábado realizamos un café con Álvaro Escobar, actor, abogado, periodista chileno que nos impactó por su humanidad y sencillez frente a la vida. Mientras conversábamos fuimos cantando y hablando sobre el arte, la belleza, el bien común, el misterio detrás de las cosas. En este diálogo, él mencionaba que «hay algo de perfección que yo intuyo, que no sé de dónde viene, que no entiendo y sin embargo busco. Y en cada cosa que hago, no quiero olvidar que existe». Ha sido una hermosa posibilidad de conocer a un nuevo amigo que, con sencillez y profundidad, percibe que detrás de todo hay un misterio por descubrir.

En la tarde realizamos un conversatorio teniendo como invitados a Bernardita Rojas de la Fundación Rafa, que acompaña a personas enfermas terminales, y Carolina Matus, que realiza la caritativa en un centro penitenciario de mujeres. Dentro de lo conversado se abordó cómo el dirigirse a los otros libremente, el compartir un poco de sus vidas y el poner en común un poco de la nuestra, nos hace descubrir una cosa sublime y misteriosa: se comprende haciendo… ¡y amando! Bernardita habló de la palabra «compasión», tantas veces mal interpretada, pero que es realmente padecer con el otro, compartir su vida, una actitud que nace de la exigencia propia de nuestra naturaleza. Carolina, desde su experiencia en la caritativa, coincidía al mencionar que interesarnos por los demás es parte de nuestra esencia, a veces inconsciente, y que acompañando a otros verificamos que no podemos satisfacer sus necesidades más profundas, sin embargo podemos acompañarnos, mirarnos con humanidad, caminar juntos.

Este año, como los anteriores, se propuso una obra de teatro que nos ha provocado y despertado muchas preguntas, El silencio de una ninfa, escrita por Camilo Saldívar, fundador y dramaturgo del colectivo Quimera. El texto rescata el testimonio de una madre frente a su hijo que confiesa ser homosexual, y esto genera una división y un doloroso drama familar. Algunos de los jóvenes voluntarios presentes en la obra comentaban después: «¿De dónde puede nacer la reconciliación de una familia? ¿Es posible el perdón? ¿De dónde puede venir una posibilidad de mirar al otro por su verdadero valor? ¿Es posible vivir cualquier circunstancia con esperanza?».



Nuestro canto, nuestra historia. Como agradecimiento a la paternidad de don Giussani, quisimos cerrar Encuentro Santiago realizando un concierto con cantos que han nacido de la experiencia de Comunión y Liberación desde nuestros orígenes en Italia hasta la fecundidad de nuestras comunidades en Estados Unidos, Argentina y Chile. «¿Por qué tiemblas corazón mío? No sabes amar y eres amado», dice Il mio volto, de nuestra querida Adriana Mascagni: una provocación para seguir profundizando en esta relación con Otro, con uno mismo, en el porqué de Encuentro Santiago, de nuestra amistad, del diario vivir. Estos cantos nacen de la experiencia de la fe vivida en comunidad, donde el misterio del que hablábamos con nuestro amigo Álvaro es un Misterio que tiene Rostro y Nombre.

Hubo dos hechos que nos conmovieron especialmente. En primer lugar, los jóvenes voluntarios, que en alegría y entrega han sido parte de la construcción de este espacio juntos. Servir a los demás, limpiar, cocinar, ponerse a disposición del bien común siendo protagonistas es un regalo y un aprendizaje para todos. El otro gran impacto fue que hace unas semanas una querida amiga había perdido casi toda su casa en un incendio, y verla llegar a Encuentro Santiago nos despertó una gran pregunta. ¿Por qué venir en medio de una circunstancia así? Ella nos respondió: «Porque en ustedes está mi casa, con ustedes recuerdo de dónde viene mi esperanza».

Estos días nos hemos reconocido en las palabras de Álvaro Escobar, en las palabras de Van Gogh: buscamos, y queremos seguir buscando en todo la belleza, el misterio que hay en cada cosa y en cada persona. Queremos, por tanto, atravesar las apariencias para descubrir el tesoro de la humanidad que hay en los demás.
Terminamos citando a don Giussani, con la esperanza de hacer nuestras sus palabras: «¿Cómo puede el hombre mantener vivo este “corazón” frente al cosmos y, sobre todo, frente a la sociedad? ¿Cómo puede mantenerse en la positividad y el optimismo (porque no se puede obrar sin optimismo)? La respuesta es que solos no se puede, pero sí implicándose con otros. Estableciendo una amistad operativa (convivencia, compañía o movimiento), es decir, una asociación más copiosa de energías basadas en el reconocimiento mutuo».

Encuentro Santiago es un «intento irónico», una tentativa, un espacio en construcción, donde más amigos pueden sumarse siempre, donde pedimos ser corregidos y acompañados, un lugar donde queremos seguir buscando y encontrando. Como nuestra querida amiga, queremos reconocer aquí una casa, mirarnos a la cara, traspasar la apariencia, “implicarnos” y trabajar juntos.