Falta menos de un mes para que llegue a Rímini un pueblo de amigos, voluntarios y profesionales, jóvenes y no tan jóvenes, que son el fermento del Meeting, el primero totalmente abierto al público después de la pandemia. ¿Qué podemos esperar de esta edición? ¿Qué novedades habrá? ¿Cómo participar en los encuentros y exposiciones? Hablamos con Emmanuele Forlani, director de la Fundación Meeting por la amistad entre los pueblos.
«Lo primero que quiero decir es que el lema, “Una pasión por el hombre”, lo elegimos hace un año, aunque estos días hemos podido comprobar que es profundamente actual. Toda la semana girará en torno a esto porque es un lema que tiene que ver con todo en la vida, con las fragilidades, dudas o preguntas sobre lo que significa ser libres o esperar cuando todo parece perdido. Pensemos en las dificultades de los que huyen de la guerra, en las familias que han sufrido las consecuencias de la pandemia y ahora un conflicto armado en el corazón de Europa. En el centro de todo ello estará la cuestión educativa, que nos parece esencial no solo en el ámbito académico sino también social, económico y laboral. Tampoco faltarán encuentros dedicados a la ciencia, la economía y la energía. Hemos tratado de declinar todo esto mediante testimonios y conversaciones porque hace falta escuchar».

El Meeting contará con la presencia, entre otros, del poeta Boris Jersonski y el artista ucraniano Pavel Makov, de Irina Scerbakova y Elena Zhemkova del Memorial de Moscú. Es muy esperada la gran poetisa rusa Olga Sedakova. También el psicoanalista argentino Miguel Benasayag, el dramaturgo francés Eric-Emmanuel Schmitt o John Mather, astrofísico de la NASA y Premio Nobel de Física.
También se hablará de política en numerosos encuentros como los organizados por el grupo parlamentario para la subsidiariedad. «Contaremos con el comisario europeo Paolo Gentiloni, el premier Draghi y varios ministros. Ahora que nos encontramos inesperadamente en medio de una campaña electoral, el Meeting se convierte en una ocasión de juicio y debate con los que tienen responsabilidades políticas en Italia», apunta Forlani.
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