A don Dennis Bensiek, don Filippo Pellini, don Gabriele Saccani
A Daniele Bonanni, Luca De Chiara, Giorgio Ghigo, Giacomo Landoni, Andrew Lee, Andreas Scholz, Philip Stokman


Queridos amigos:
Qué conmoción y gratitud al festejar el gran día de vuestras ordenaciones sacerdotales y diaconales, el día que cada uno de vosotros afirma su «Sí» conmovido y total a Jesucristo.

Os abrazo en nombre de todo el movimiento de Comunión y Liberación, que ha sido para vosotros, gracias al encuentro con el carisma confiado a don Giussani, el camino que Cristo ha querido para llegar a este «Sí» tan misterioso y resplandeciente a los ojos de la Iglesia, del mundo y de todos nosotros.
Mi agradecimiento también se dirige naturalmente a vuestras familias, vuestros amigos, vuestros superiores y a toda la Fraternidad de San Carlos.

Como deseo para vuestro camino de fe, en la misión que os será encomendada por Dios, os dejo estas palabras del padre Mauro-Giuseppe Lepori:

[Cristo] nos ofrece una vida (…) ¡que no morirá para siempre! Él es esa vida. (…) ¿Qué otra cosa puede atraernos más? Este testimonio como sustancia de las relaciones verdaderas, de amistad verdadera, de verdadera fraternidad, sustancia por tanto de la comunión eclesial, se transmite a la libertad del otro, propone esto desde mi libertad atraída por Cristo a la libertad del otro, atraído y llamado no por mí, sino por Cristo. «El Maestro está aquí y te llama [¡Él!]»*

Profundamente apenado por no poder estar allí personalmente, confío de corazón a vuestras oraciones al movimiento entero y os saludo con inmenso afecto.


* («Cristo, vida de la vida», libro de Ejercicios espirituales de la Fraternidad de Comunión y Liberación, 2022, pág. 55).