Imagen de una edición anterior del Punt BCN

Punt BCN. Un lugar donde vivir

Entrevista a Luis Bou, director del Punt Barcelona, que en 2022 retoma su actividad presencial partiendo de una cita de Cesare Pavese: «Es hermoso vivir, porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante». ¡Qué atrevimiento!

Tras dos años de parón por la pandemia, el foro anual Punt Barcelona retoma su andadura en el recinto de las Cocheras del barrio de Sants con mesas redondas que abarcaban diferentes ámbitos sociales: el mundo empresarial, la educación, el arte, la fe… «Vivir es comenzar, siempre, en cada instante» es su carta de presentación, que pone de manifiesto la necesidad de seguir viviendo la vida, amén de desvelar el ánimo con el que cualquier ciudadano quisiera levantarse cada mañana.

¿Qué horizonte plantea la edición de este año?
La edición de este año posiblemente se vea muy influenciada por ser la “vuelta” del Punt después de dos años de parada. Los primeros que recomenzamos somos nosotros, los primeros que nos reclamamos a volver a vivir con atrevimiento, proponiendo otra vez el Punt en Barcelona partiendo de lo que somos: solamente un grupo de amigos. El punto de partida de este año se fija en el origen, va al punto de nacimiento de las cosas. Quizá la pandemia ha dejado tierra arrasada en nosotros, pero acompañados se puede volver a empezar. En este sentido nos provocó el diálogo entre el filósofo Josep Maria Esquirol y el teólogo Javier Prades en EncuentroMadrid: «El misterio del nacimiento es más fuerte que el misterio de la muerte. Esta pequeña desproporción alimenta la esperanza». Esta posibilidad de nacimiento nos interpela.

El programa ofrece un diversificado abanico de posibilidades, ¿qué encontrarán los visitantes este año?
Principalmente, y en primer lugar, un punto de encuentro, encuentro sincero y honesto. Puede parecer redundante volver a señalarlo, pero el Punt no sería un espacio de diálogo real y concreto si su actividad consistiera en una serie de conferencias cerradas, por relevantes que fueran sus ponentes. La apertura de este evento empieza en las mesas redondas, pensadas para ser siempre un diálogo entre ponentes y en último término con el público asistente, y llega hasta las ganas que uno puede tener de invitar a amigos a estar allí, incluso si no van a ningún acto, solo para que puedan tomar algo y vean la vida que se crea en el comedor, con las familias, los voluntarios, los ponentes... Creo que esto es lo primero y fundamental, un lugar de vida en común, de construcción en común, que dé espacio a leer la frase de Pavese («Es hermoso vivir, porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante», ¡qué atrevimiento!) con esperanza para cada uno.

Estamos viviendo un tiempo lleno de perplejidad: lo perentorio es volátil, las certezas de la Europa occidental han caído; la guerra este año ha entrado en nuestras vidas. ¿Qué desafíos interpreta Punt Bcn como propios?
Nuestros desafíos son los mismos de cada persona que pueda pasar por aquí estos días: los que tenemos en la convivencia en la ciudad común y los que tiene cada uno en su camino personal. Es cierto que en este amplio panorama identificamos unas preocupaciones más urgentes, más cercanas al corazón, y de ellas han salido algunos de los actos del programa. Está, evidentemente, el rastro de sufrimiento que ha dejado la pandemia de Covid-19. Este sufrimiento, que llega a todos, ¿puede mirarse de algún modo, pueden mostrarme otros cómo lo han mirado para que yo entienda algo más? ¿Se trata solo de pasar página o apartar la mirada del sufrimiento? La mesa redonda sobre la pandemia la han preparado expertos en la enfermedad (médicos y enfermos), así que nos hablarán desde su experiencia más cercana.
Por otra parte, vendrá el escritor y poeta Daniele Mencarelli para una mesa redonda sobre educación. De él esperamos que nos ayude a mirar a los jóvenes de hoy con más verdad de lo que a veces conseguimos nosotros como adultos, padres o profesores. El momento educativo es crítico, tanto para los chicos como para los profesores. En todos se percibe el embate del confinamiento, que ha hecho aflorar unas fragilidades que empezábamos a vislumbrar antes, pero que ahora llenan nuestras aulas. Para tener algo de luz sobre esto no hemos pedido ayuda a alguien que con su técnica o su experiencia como profesor nos pueda orientar, sino a Mencarelli, que nos parece más capaz que nosotros para mirar las heridas que están surgiendo entre nuestros chavales.
Por último, para no alargarme, la preocupación por la política (en un encuentro sobre Hannah Arendt), por el desarrollo y uso de las nuevas tecnologías, y por el trabajo también encuentran su lugar en el programa del Punt.

Punt Barcelona se inaugura con una ponencia sobre la Iglesia hoy, el desafío moral y pastoral de una Iglesia en pleno s. XXI, y cerrará con el testimonio eclesial de una «inquietud divina». El arco abarca desde el reclamo del presente y mira, finalmente, hacia el pasado, hacia las raíces de un carisma. ¿Echar la mirada al pasado para descubrir el ahora?
Exactamente. Enzo Piccinini es testigo de un carisma. Luigi Giussani nos ha enseñado un modo de mirar, de vivir, y esto ha quedado impreso en Piccinini que, a su vez, con su propio modo de ser, ha transmitido este carisma a los que lo seguían. Nosotros, la comunidad de CL en Barcelona, necesitamos testigos de seguimiento radical al carisma, a Cristo, que transfiguran la vida entera. Como transmite el propio Piccinini, no hay nada más anticristiano que el que busca tener la vida ordenada (en el sentido de cómoda, controlada). Podríamos caer fácilmente en la tentación de querer poner las cosas “en su lugar” tras la pandemia, en lugar de acoger las circunstancias como el rostro de Dios que se nos presenta en la vida, como le escucharemos decir a él. Y esto solo es posible vivirlo en presente, en el ahora y gracias a la compañía.