Kabul, Afghanistan (Sohaib Ghyasi/Unsplash)

Meeting 20121. Afganistán, ¿Está todo perdido?

El Meeting acoge un diálogo sobre lo que está pasando en este país, desde que en la edición de 2015 participara la esposa del presidente Ghani hasta los sobrecogedores hechos de estos días en Kabul. Del "Quotidiano Meeting"
Roberto Fontolan



Érase una vez un Afganistán que soñaba. Lo relató en el Meeting de 2015 la esposa del presidente Ghani, la primera dama Rula, cristiana y de origen libanés, que quería que la llamaran por su nombre afgano, Bibi Gul. La revista Time la incluyó entre los cien líderes que podían cambiar el mundo. Ya entonces, a pesar de todo, las masacres, una violencia siempre implacable, una pobreza horrible, las violaciones de derechos humanos… y a pesar de todo eso en aquellos años en Kabul todavía se soñaba, todavía se creía, todavía se trabajaba por un país nuevo.

Bibi Gul Ghani era un punto de referencia para cientos de asociaciones e iniciativas y proyectos, desde la lucha contra el analfabetismo a la ayuda a mujeres, desde las microempresas a las familias, de la recuperación de los heridos por las innumerables guerras a la educación sanitaria. Un fermento increíble animó durante años uno de los lugares más oscuros del planeta, que se posicionaba en los primeros puestos de las clasificaciones más negativas: pobreza, subdesarrollo, derechos humanos, daños provocados por los conflictos. Aquel Afganistán se estaba poniendo a prueba, gracias también a la tutela de las misiones militares occidentales. Cuántas veces hemos escuchado los relatos de los soldados que se han dedicado a la reconstrucción de escuelas y a la atención de los más pequeños. Si lo multiplicamos por casi veinte años y por los diversos contingentes occidentales (españoles, italianos, alemanes, británicos, incluso americanos, aunque hoy el presidente Biden diga que «no fuimos allí para construir una nación sino para detener terroristas. La misión ha terminado y por eso nos vamos»). ¿Cuántos voluntarios, cuántas ONG se han implicado en Afganistán durante todos estos años? Un número incalculable. Todavía en estas horas, cuando se trata de salvar a miles de afganos que han trabajado con los occidentales (no solo militares), es imposible saberlo.

Aquel Afganistán se acabó con la toma de Kabul por parte de los talibanes el lunes 16 de agosto, primer día del segundo Emirato islámico de Afganistán.
Tal vez ya se había acabado antes, con aquella rápida e imparable cuenta atrás que dio comienzo con los acuerdos de Doha que volvieron enfrentar a América con sus enemigos, tal vez con su peor pesadilla. Faltan pocos días para el vigésimo aniversario del 11 de septiembre y hay una imagen, cruel y sobrecogedora, que marca el inicio y el fin de estos veinte años, el tiempo de una generación: cuerpos cayendo de unas Torres Gemelas en llamas, y cuerpos saliendo del avión que despega del caos infernal de Kabul.

Desde hace diez días, un montón de preguntas invaden nuestras mentes, preguntas que van más allá de la crónica minuto a minuto. ¿Qué ha pasado realmente?, ¿cómo explicar un desastre como este?, ¿todo se ha perdido?, ¿qué será ahora de todo aquel esfuerzo?, ¿y de esas mujeres, de esos niños que se lanzan desesperadamente a los brazos de los soldados para que los salven?
Este miércoles intentaremos mirar juntos desde el Meeting de Rímini todo lo que está pasando estos días. Sin pretender hallar respuestas, pero con pasión por la realidad, que es la razón de nuestro estar aquí, año tras año.