Meeting 2021. En busca del maestro

Quedan pocas semanas para que empiece la 42ª edición. Es un buen momento para un aperitivo que curiosea por el programa de espectáculos
Mattia Gennari

Vidas que transcurren en casa, seres queridos llorados a distancia, amistades cultivadas online, empleos perdidos o aprendidos en pantuflas. Experiencias “ocultas” que al mismo tiempo son patrimonio común a todos, como solo pasa con los grandes eventos de la historia. Al albor de la Primera Guerra Mundial, el crítico ruso Shklovksi percibía la posibilidad de que la vida, incluso en los momentos más dramáticos, pudiera transcurrir de manera mecánica. «Para resucitar nuestra percepción de la vida, para hacer que las cosas resulten sensibles, para que la piedra sea una piedra, existe eso que llamamos arte». Si esta es la tarea del arte, «la primera condición de toda comunicación de la verdad», según Kierkegaard, «es sin duda la personalidad, el coraje de decir yo». Esta es la expresión que inspira el lema del Meeting 2021. ¿Cómo encontrar el coraje necesario para decir “yo” en un año de vida oculta, de experiencias en remoto? ¿Qué pueden decir al respecto el arte, la música, el teatro?

En el programa de espectáculos previstos, la palabra “oculta” aparece una vez, en el título de la última película de Terrence Malick, Vida oculta, que se proyectará en el Meeting. El protagonista del film es Franz Jägerstätter, campesino austriaco beatificado por Benedicto XVI en 2007. En abril de 1938, en el pueblecito de Sankt Radegund, Jägerstätter es el único en votar contra el Anschluss. El dominio nazi parecía inevitable, automático, pero un hombre, sin incidencia aparente en la Historia, se opone. Y cuando el juez le promete la libertad a cambio de una simple firma, él responde: «Pero yo soy libre». El sostén de esta libertad, el coraje de decir yo, implica la necesidad de dirigirse a un “tú”, que para Franz es su mujer Fani y el interlocutor al que dirige los versos de los salmos: «Tú eres mi luz. Ante ti las tinieblas no son tinieblas».

La elección de estas propuestas para la 43ª edición se basa justamente en esta intuición de que el “coraje de decir yo” nace de la necesidad de dirigirse a un “tú”. En el programa vemos declinarse esta necesidad de buscar maestros, atentos sobre todo a la tradición.

Un primer nombre es el de Rachmaninov, cuyos Preludios se tocarán el martes 24 de agosto a las 21 horas. En el pianista ruso emerge esa misma necesidad de estar en relación. «La música debe ser expresión de la compleja personalidad del compositor, debe expresar cuál es el país de nacimiento del compositor, sus amores, su religiosidad, los libros que le han influido, las pinturas que ama. Debe ser la suma total de sus experiencias». El reclamo a la tradición llega desde el punto de vista literario hasta Dante. El cineasta Marco Martinelli y la actriz y escenógrafa Ermanna Montanari interpretarán un espectáculo “coral” centrado en los primeros dos Cantos del Infierno. El gran poeta, del que se celebran los 700 años de su muerte, encarna el itinerario de la crisis y de la apertura a un “tú”, Virgilio, el primer encuentro de la Divina Comedia.

Sin embargo, esa mirada a la tradición se une a la búsqueda de maestros a los que mirar también en el presente. Por eso en el primer evento, el viernes 20 de agosto a las 22 horas, el maestro Uto Ughi interpretará las Cuatro estaciones de Antonio Vivaldi, acompañado de varios jóvenes talentos. La relación con maestros también será la base de la gran novedad de esta edición, el Meeting Music Contest, un concurso musical que concluirá el 25 de agosto con el Jurado de Honor, compuesto por Lorenzo Baglioni, N.A.I.P, Erica Mou y Federico Mecozzi. Este joven violinista riminés, que a pesar de su edad puede presumir de una gran colaboración con el compositor y pianista Ludovico Einaudi (con el que ha interpretado la banda sonora de Nomadland), actuará en concierto el domingo 22 presentando su nuevo álbum, Awakening. Siguiendo el mismo hilo conductor, hará una conversación de Pupi Avati con los jóvenes sobre el tema del talento: lo más valioso que hay que aprovechar y custodiar.

Pero “oculta” también es la historia del protagonista de la obra teatral de Luca Doninelli, El sueño de José. El arcángel Gabriel se aparece en sueños a san José, pero para que eso suceda hace falta que él duerma, ¿cómo podía dormir tras la noticia que le había dado María? El sueño de José aquella noche es un milagro mayor que el reino de Salomón, de David, que la separación de las aguas del Mar Rojo. Todo eso es nada frente a la paz de este hombre. Aún más, todo ello, desde la figura de Abrahán, sirvió para generar un hombre «tan justo e íntegro que pudo dormir aquella noche».

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Con la figura del padre se compara también Paolo Cevoli, que en su espectáculo La sagrada familia se confronta con personajes clásicos, como Aquiles, Eneas, Edipo, Ulises, hasta llegar al hijo pródigo. Para decir cosas serias sin tomarlas en serio. Para mostrar la sagrada familia, que como todas las cosas sagradas de pueblo acaban siempre suscitando una sonrisa.