El Papa en Hiroshima

«No a las armas nucleares»

La Fraternidad de CL se adhiere al llamamiento al Gobierno y al Parlamento italianos para que Italia firme el Tratado de prohibición de armas nucleares, como ha pedido el Papa en reiteradas ocasiones. España tampoco está entre los países firmantes

El 22 de enero de 2021, tras cumplirse los 90 días previstos después de la quincuagésima ratificación, el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares entró en vigor jurídicamente para todos los países que lo han firmado.
Este Tratado, en el que la ONU trabajaba desde julio de 2017 con 122 países, prohíbe legalmente, en los Estados que lo han firmado, el uso, desarrollo, ensayo, producción, fabricación, adquisición, posesión, almacenamiento, instalación o despliegue de armas nucleares.
Ni Italia ni España han firmado este Tratado. Sin embargo, entre los primeros firmantes de este Tratado sí figura en cambio la Santa Sede.
Las armas nucleares son armas de destrucción masiva y por tanto inaceptables desde el punto de vista ético, como señaló el papa Francisco durante su visita a Japón el pasado 24 de noviembre de 2019, en Hiroshima:

«Con convicción, deseo reiterar que el uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no solo contra el hombre y su dignidad sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común. El uso de energía atómica con fines de guerra es inmoral, como asimismo es inmoral la posesión de las armas atómicas, como ya lo dije hace dos años. Seremos juzgados por esto. Las nuevas generaciones se levantarán como jueces de nuestra derrota si hemos hablado de la paz, pero no la hemos realizado con nuestras acciones entre los pueblos de la tierra».

El 22 de enero de 2021, líderes reconocidos de la Iglesia católica en todo el mundo suscribieron un llamamiento en el que exhortan a los gobiernos a firmar y ratificar el Tratado de Naciones Unidas para la prohibición de las armas nucleares, apoyando así el liderazgo del papa Francisco en favor del desarme nuclear. Llamamientos a los que ahora se suma la voz de la Fraternidad de Comunión y Liberación.
La paz no se puede alcanzar mediante la amenaza de la aniquilación total, sino mediante el diálogo y la cooperación internacional.

«La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Y este es el escándalo de hoy»
(Papa Francisco, Mensaje Urbi et Orbi, 4 de abril de 2021, día de Pascua).