Foto: © Peregrinación Macerata Loreto

Macerata-Loreto: «La esperanza no defrauda»

Las palabras del papa Francisco durante su llamada a los peregrinos “virtuales” a la Santa Casa. ¿El secreto para caminar bien? «Mirar el horizonte, pero no caminar solos. Ayudémonos mutuamente»

Vecerrica: Hola, Santo padre, soy Giancarlo Vecerrica.

Papa Francisco: Hola, ¿qué tal, está bien?

Vecerrica: Bien, estoy con un montón de amigos, aquí y repartidos por el mundo. Cuánto agradezco esta tradicional llamada suya, que esta noche llega al mundo entero.

Papa Francisco: Bueno, ¡yo estaré con vosotros, eh!

Vecerrica: ¡Qué bueno! Le queremos plantear esta pregunta sobre la esperanza, Santo Padre, ¿cómo no desaprovechar este drama que estamos viviendo en todo el mundo?

Papa Francisco: Sí, yo puedo responder con lo que llevo en el corazón, porque no soy ningún genio. Os diré a todos lo que yo vivo. A vosotros, que esta noche estáis en camino, en camino virtual pero en camino, que es el reflejo de la vida, siempre en camino. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿yo camino marcado por la esperanza o camino sin saber lo que hago, camino en la vida o voy y vengo sin saber dónde? ¿Mi vida camina hacia un horizonte, es decir, con esperanza, o es un paseo que no se sabe a dónde lleva? ¿O mi vida es un laberinto que gira y del que no se puede avanzar? Caminar hacia el horizonte es mi esperanza. La esperanza nunca defrauda, pero siempre va hacia el horizonte. ¿Cuál es el secreto para poder caminar bien? Mirar al horizonte, sí, pero no caminar solo, caminar con otros, ayudándonos mutuamente unos a otros, ayudándonos en el camino, quedándonos con el otro y ayudando a los demás. Y, en los momentos complicados, dando esperanza, esa esperanza que tengo y que cuando la pierdo hay otro que me ayuda a recuperarla. Camina hoy, querido hermano, querida hermana, camina, camina y mira el horizonte, la esperanza está ahí y la esperanza no defrauda, camina. Recuerdo lo que os dije la otra vez, que decía san Agustín: «Canta y camina». Si eres capaz de cantar es porque tu corazón está alegre, y cuando el corazón está alegre, se camina hacia la esperanza. Que Dios os bendiga a todos. Ahora os daré la bendición a todos vosotros. Que os bendiga Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que la Virgen os guarde. Y por favor rezad por mí esta noche, rezad. Que el Señor os acompañe. ¡Ánimo!

Vecerrica: ¡Gracias, Santo Padre! Con el deseo de imitar su vida, en camino. Nos ponemos en camino con el corazón, con el espíritu, con todo nuestro ser, y juntos. ¡Gracias!

Papa Francisco: ¡Adelante, ánimo, gracias!

Vecerrica: Gracias, Santo Padre, somos sus peregrinos, ¡gracias!

Papa Francisco: Rezad por mí, ¡gracias!

Vecerrica: Con todo el corazón.