Media hora de lectura de textos y media hora de diálogo con llamadas de los oyentes. Desde hace ya veinte años el programa “Caminos de fe” acompaña a los que sintonizan Radio María en Italia los martes a las 12:30h. «En Italia y fuera de ella», explica Primo Soldi, párroco turinés que conduce el programa, pues recibe mensajes de todo el mundo: Estados Unidos, Burkina Faso, Corea del Sur…

La semana pasada llegó al atril del programa un nuevo libro, una publicación que recoge varias intervenciones de Julián Carrón, Educación. Comunicación de uno mismo, publicado como contribución al Pacto educativo global que el año pasado promovió el papa Francisco.



«Desde la primera emisión hubo reacciones muy interesantes», dice don Primo. «Las intervenciones y comentarios recibidos expresan, en muchos casos, una gran pertinencia de la cuestión educativa con respecto a la situación que estamos viviendo». Los que trabajan con jóvenes lo saben. «Yo mismo veo en los chavales del liceo e incluso entre los universitarios que ya no pueden más». Ciertamente, el distanciamiento y la pandemia exigen paciencia, «pero hace falta alguien que sea padre de verdad, hoy más que nunca, para poder ayudarles. El libro de Carrón es interesante porque ya desde las primeras líneas desplaza el problema sobre nosotros, los adultos, que debemos ser capaces de transmitir la experiencia que vivimos». Carrón no da recetas, añade el sacerdote: «Es un recorrido sencillo, lleno de ejemplos que van mostrando una belleza evidente». Como el niño gitano que va corriendo a clase porque hay un profesor que le espera, por citar uno.

«La educación es una clave para volver a poner en marcha la sociedad. No basta la solidaridad, la caridad como fin en sí misma. Aquí, en Turín, muchas obras han nacido de ahí». Una de ellas, la de san Juan Bosco. «Pero no es la única. Pienso también en los marqueses de Barolo, Carlo Tancredi Falletti y su esposa Juliette Colbert di Maulévrier, en olor de santidad y sobre los que estoy escribiendo un libro». Una pareja que en el siglo XIX se prodigó en obras de caridad partiendo precisamente de una necesidad educativa. «La marquesa, por ejemplo, luchó por conseguir que los niños pudieran ir a clase en invierno, proporcionando leña a los institutos, y se prodigó en la alfabetización de los presos de Turín».

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En veinte años de retransmisión, son muchas las horas que han dedicado a la lectura, en martes alternos, las voces de don Primo, Stefano Turi, Roberto Gottardo y Stefano de Mauro, tres sacerdotes y un joven profesor. «Entre otros, los libros de don Giussani y su biografía», concluye don Primo. «Una vez, leyendo un fragmento de Luigi Giussani. Su vida donde hablaba de una joven que se conmovió cuando el sacerdote de la Brianza comentaba a Beethoven, esta llamó y rompió a llorar en directo. Estaba llena de gratitud. Igual que tantos de los que llaman. Estoy seguro de que seguirá sucediendo, con más razón si abordamos una cuestión tan importante y apremiante como la educación».