Julián Carrón (Fraternidad CL/Lupe de la Vallina)

Carrón: «Despertar en los jóvenes el deseo de una vida llena de significado»

La emergencia educativa, agravada por la pandemia, la confusión entre los jóvenes, que se sienten perdidos. ¿Cómo responder? Vatican News entrevista a Julián Carrón
Debora Donnini

Volver a empezar por la educación era el título del encuentro retransmitido anoche online por el canal de Youtube de Comunión y Liberación. La ocasión se debía a la publicación del libro de Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de CL, Educación. Comunicación de uno mismo, editado como contribución al pacto educativo global propuesto por el papa Francisco. El encuentro estuvo moderado por la periodista Monica Maggioni y contó con la participación de monseñor Angelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación por la Educación Católica, Eraldo Affinati, escritor, profesor y fundador de la escuela Penny Wirton en Roma, y el propio Julián Carrón, que en esta entrevista destaca la crucial tarea en este ámbito.

«El contexto que estamos viviendo, que se ha agravado con la pandemia, ya nos hacía hablar hace tiempo de “emergencia educativa”. El problema de la educación nos parece crucial y por eso siempre nos hemos comprometido con la pasión educativa que hemos aprendido de Luigi Giussani. Mi contribución se inserta en esta situación concreta. ¿Cómo responder a la pregunta de tantos chavales que están descolocados, que tienen que enfrentarse a una situación dominada por la confusión, con una incertidumbre cada vez mayor que les hace sentirse perdidos? La cuestión que se nos plantea es cómo despertar en ellos todas sus ganas de vivir, ofreciéndoles un significado que les haga entusiasmarse por vivir. Sin esto, no podremos comunicar a las nuevas generaciones una razón para comprometerse, para vivir con otros, para construir un mundo diferente. A través de los múltiples instrumentos educativos que tenemos, tratamos de ofrecer una contribución para responder a esta situación».

El Papa ha propuesto un pacto educativo global como vía fundamental para construir un mundo más fraterno y solidario, de paz y justicia. En este sentido, se trata de poner sobre el terreno procesos creativos, de educar en la fraternidad, rechazando la cultura del descarte. ¿Qué peligros y desafíos ve usted en la educación?
Creo que la cuestión crucial es cómo hacer posible para los jóvenes una experiencia en la que puedan probar y sentir toda la belleza de una vida como la que describe el Papa. Eso será posible si palabras como paz, fraternidad, solidaridad, se llenan de significado, y por tanto si somos capaces de ofrecer a los jóvenes espacios y lugares donde la experiencia de estas palabras se llene de vida y de significado para ellos.

Muchos jóvenes afrontan sus decisiones actualmente solos. Basta mirar los últimos datos sobre jóvenes de 15 a 29 años que ni estudian, ni trabajan, ni hacen cursos formativos, los llamados ni-nis, un porcentaje que en Italia se sitúa en el 22% y en algunas zonas llega al 33%. ¿Cómo afrontar una situación semejante?
Este dato pone en evidencia que no es bueno que una sociedad no sea capaz de ofrecer oportunidades, caminos que puedan sacar a estos chicos de su apatía, de su abandono a sí mismos, para ponerse de nuevo en marcha, para sentirse protagonistas de sus vidas. Creo que es un dato que muestra la gravedad de la situación. Vuelve a ser un desafío para toda la sociedad a todos los niveles: para el ámbito educativo, las familias, la Iglesia, las asociaciones, la cultura, hasta la política.

Comunión y Liberación hunde sus raíces en la pasión educativa de Luigi Giussani con su experiencia en el liceo Berchet de Milán. Para los cristianos, es central comunicar el cristianismo partiendo del encuentro con una persona, con Jesús.
Ha sido un don conocer a una persona tan apasionada por la educación y por la vida de la gente que encontraba como Luigi Giussani. Por gratitud por lo que él nos comunicó, tratamos de continuar su pasión, para seguir transmitiendo la contribución que la fe cristiana puede ofrecer. Solo si podemos afrontar la vida con una esperanza fiable, podremos estar delante no solo de los síntomas que vemos en tanta gente –el miedo, la fragilidad, la incertidumbre–, sino ante ese miedo más profundo del que lo anterior es eso, síntoma. Para nosotros, este miedo profundo, esta confusión, solo encuentra respuesta adecuada en el acontecimiento de Cristo. Y eso puede comunicarse mediante personas que vivan esta fe, con toda la fascinación que suscita en aquellos que se encuentran. Por tanto, estamos deseosos de poder ofrecer nuestra contribución, implicándonos en tantos intentos de respuesta como ya existen: desde responder a los jóvenes con problemas educativos generando lugares para acompañarles después de clase, personas que se involucren a la hora de responder a problemas de distinto tipo, como las adicciones, personas que construyan obras para responder al abandono de los hijos, adoptándolos o acogiéndolos en casa, o también respuestas económicas, como el Banco de Alimentos u otros, mediante los cuales tratamos de ofrecer ayuda, con nuestros recursos, ante la situación de emergencia que estamos viviendo.
Vatican News