Piero della Francesca, Madonna del Parto, Monterchi

Fraternidad de San José. El retiro de Adviento

Los apuntes de la introducción y la homilía de Julián Carrón en el retiro de Adviento de la Fraternidad de San José en Pacengo (Verona)
Julián Carrón

¿Quién de nosotros, al participar en la Jornada de apertura de curso, no ha deseado verse completamente imantado por Cristo? Creo que al comienzo de nuestro gesto no hay nada más urgente para cada uno de nosotros que volver a vernos aferrados hasta las entrañas. Pero esto no podemos generarlo nosotros, este ser completamente aferrados no es fruto de nuestra iniciativa, de un logro nuestro. Es algo que debe suceder; es verdad que requiere nuestra disponibilidad, pero que suceda es una gracia. Por ello, cuanto más lo deseamos, tanto más lo pedimos con intensidad al Espíritu. Porque es el Espíritu quien hace que Cristo penetre dentro de nuestro yo hasta el punto de que llegue a ser verdaderamente nuestro. Solo el Espíritu puede hacer que penetre hasta el centro del corazón.

Veni Sancte Spiritus

Canzone degli occhi e del cuore


Buenas noches a todos. Es un placer estar con vosotros al comienzo de este retiro de Adviento para mirar juntos las cosas que más nos importan. ¿Y qué es lo que más nos importa? En el tiempo de Adviento –que empezará el domingo–, lo que más le importa a la Iglesia es la espera. ¡Nosotros esperamos! Con esta espera nos queremos preparar para el hecho de Cristo, para la Navidad. Ningún año soy capaz de comenzar el tiempo de Adviento pensando que esta espera es algo obvio. De hecho, ¿cuántas personas hay que no esperan? Para mucha gente no hay nada que esperar. Que nosotros esperemos, por tanto, no es algo que haya que dar por descontado. Por eso cada uno de nosotros debe preguntarse: «¿Por qué esperamos? ¿Por qué está llena nuestra vida de espera y de deseo?». Ciertamente, no es porque seamos más capaces que los demás. Preguntémonos entonces: «¿Quién nos da este deseo, quién despierta en nosotros esta capacidad de esperar?»...