Uno de los encuentros del Meeting Lisboa

Meeting Lisboa. «Ojalá pudiese oír la voz humana de alguien»

El grito de Job, el rock indie, un médico de vacaciones que entra por casualidad, el presidente de la República… La crónica de esta cita portuguesa, narrada por sus organizadores. «Nosotros solo aportamos cuatro panes y dos peces»
Joana Ramos y Maria Durao

¿Qué es lo que me hace libre? ¿Dónde experimento la liberación? ¿Qué da consistencia a mi vida y me permite comprometerme con el mundo sin hacerme esclavo? Estas y otras muchas preguntas las abordó Bernhard Scholz, presidente de la Compañía de las Obras, en su diálogo con el público durante la presentación del libro El compromiso del cristiano en el mundo, de Urs von Balthasar y Luigi Giussani, el pasado 6 de noviembre en la Casa Medeiros Almeida. Un encuentro que adelantó unos días la apertura del Meeting Lisboa 2019, en su séptima edición.

A través de la lectura de algunos párrafos de ambos teólogos, Scholz siguió el camino, revolucionario, que ellos indican. «El compromiso del cristiano en el mundo nace, ante todo, del compromiso de Dios con el hombre. Entonces no dependemos de nuestras fuerzas, de nuestra coherencia, sino que tenemos que hacernos humildes y desarmarnos ante Aquel que actúa en nosotros». En un diálogo con los organizadores del Meeting, pocos días antes de su inauguración, Scholz decía que «abandonarse es lo contrario de la pasividad, es la actividad de las actividades. Abandonarse significa seguir a Aquel que nos llama a través de las circunstancias que nos pone delante». Así nos recordaba que nuestra tarea consistía en proponer a los visitantes del Meeting «no lo que habéis construido sino la Belleza que habéis encontrado, para que cada uno pueda compararla con su propia vida».

En el centro, el presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa

La mañana del 9 de noviembre, bajo el título “Ojalá pudiese oír la voz humana de alguien”, un verso del poeta portugués Fernando Pessoa, abría sus puertas en el corazón de la ciudad el Meeting Lisboa. Dos días de encuentros, inspirados sobre todos en las exposiciones, dedicadas al sufrimiento, el rock, el amor, la caridad: de la vida de Cicely Saunders, fundadora de los cuidados paliativos, a la de fray Bartolomé de los Mártires, dominicano y arzobispo portugués al que este año ha proclamado santo el papa Francisco. «Meeting significa encuentro. Encuentro con personas y cosas que necesitamos, y que llevan el núcleo del cristianismo: la realidad es Cristo». Son palabras de uno de los primeros visitantes de este año, el cardenal Manuel Clemente: «Por eso el Meeting va, y va muy bien. Hacen falta más eventos como este».

La primera cita fue la lectura-espectáculo “Una voz humana gigante”, con algunos profesores de las escuelas São Tomás y São José de Ramalhão que leyeron El gigante egoísta, de Oscar Wilde, acompañando hasta a los más pequeños para enseñarles a ver más allá de las apariencias. A continuación, “subió” al escenario Job, con la presentación de la exposición “¿Hay alguien que escuche mi grito?”. Poco antes de empezar, llegó la noticia de que Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente de la República, ya estaba en el Meeting y acababa de ver la muestra, así que se nos ocurrió la idea de invitarle también a él a “presentarla” después de saludar, y aceptó inmediatamente. Al terminar dijo: «Quiero deciros una cosa muy sencilla. Un cristiano que no es optimista, “optimista realista”, es ingrato y no es inteligente. Porque el mayor premio es la Gracia divina que nos ha alcanzado. Vosotros sois conscientes de ello… y el año que viene volveré a estar aquí».

Después tuvo lugar el encuentro con Marta Scorsetti, radio-oncóloga italiana que habló del «encuentro más importante de mi vida, el que tuve con Cristo dentro de la experiencia de Comunión y Liberación. Jesús se convirtió en alguien que tenía que ver conmigo y, por tanto, también con mis pacientes y con mi trabajo». Habló de la relación con sus pacientes, de cómo se pone frente al sufrimiento. «Cuando llega un cáncer, cuando llega el dolor, es como si la vida se desnudara. Todo se simplifica y nacen entonces las preguntas verdaderas. Yo he visto que el cáncer no siempre quita la vida, y a veces puede darla, porque un hombre vivo es un hombre que pregunta». Una compañera suya, después de visitar a una joven madre enferma de cáncer, le preguntó: «Marta, tienes que explicarme una cosa. ¿Por qué Dios permite que las madres mueran?». Ella respondió: «No lo sé. Pero sé que Jesús murió por nosotros. Conozco dos personas que perdieron a su madre de pequeños y que, aun con este dolor, han crecido, han encontrado su camino y son felices. ¿Y si hubiera alguien que colma nuestra vida más incluso que nuestra madre?». Al terminar el encuentro, Marta hacía suyas las palabras de Job: «Antes no te conocía, pero ahora mis ojos te ven. Y lo que veo suceder es Cristo en acción».



Después, se le acercó una mujer: «Usted ha hablado a mi corazón. Un corazón hablando a otro corazón. Nunca había sentido una empatía así. Soy médico y soy cristiana. Llevo años haciendo un trabajo de grupo con otros médicos y psicólogos para ayudar a los enfermos, pero nunca había oído hablar así. Usted ha tocado mi corazón profundamente». Ninguno de nosotros conocíamos a esta mujer, así que le preguntamos cómo había llegado al Meeting. «Soy brasileña y estoy aquí de vacaciones. Pasaba por casualidad, la puerta estaba abierta y entré… Fuera hacía frío, así que decidí dar una vuelta, y entonces empecé a oír la conferencia...». Luego nos miró y preguntó: «¿Y vosotros quiénes sois?». Le hablamos de nosotros, diciéndole que también en Brasil está presente el movimiento, justo donde vive, en Salvador de Bahia...

La exposición sobre Cicely Saunders, organizada por el Banco Farmacéutico de Portugal, impactó a muchos, especialmente a la responsable de cuidados paliativos de uno de los principales hospitales de la capital, que pidió permiso para llevarla a su planta. Por su parte, la exposición “Casalinho” corrió a cargo de un grupo de jóvenes que van a la caritativa en este complicado barrio de Lisboa. «Es la exposición que más me ha enseñado, porque ahí se ve una vida», cuenta Cristina, que viene desde Roma con otros veinte chavales, por pura amistad.

Cuando se cumplen cien años de su nacimiento, el Meeting se ha “encontrado” con la gran poetisa portuguesa Sophia de Mello Breyner, con la lectura dramática de El viaje, seguida de un diálogo con Rosarinho Lupi Bello, profesora universitaria que nos ayudó a entender que «la experiencia de la lectura es como la vida. Lo que más la perjudica es esquematizarla, interpretando en vez de dejarse tocar sencillamente por las cosas».



Luego vimos la primera “ecografía” del universo, que con gran pasión y ternura mostró al público del Meeting el astrofísico Marco Bersanelli. «Nos ha mostrado, con claridad y sencillez, la historia de nuestra “casa”», afirma Letizia Ortisi, encargada del Imprevisto, el diario del Meeting. «El viaje a las raíces del universo, hasta hace 14.000 millones de años, nos ha permitido descubrir algo inesperado: estamos hechos de polvo de estrellas. Cualquier variación en la distribución de la materia habría hecho imposible la vida humana… Todo está pensado para que existamos. ¡Qué gratitud!». Por eso le llena de estupor la lectura que Bersanelli hizo del Salmo 8: «Si miro el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él?». Como dice Pascal, «todos los cuerpos, el firmamento, las estrellas, la tierra y sus reinos, no valen lo que el menor de los espíritus. Porque estos conocen todo eso, y a sí mismos; y los cuerpos nada». Y añade: «Todos los cuerpos juntos y todos los espíritus juntos y todas sus producciones, no valen lo que el menor impulso de caridad. Este último es un orden infinitamente más elevado».

Por la noche, un concierto de los Spitting Dogs, un grupo de seis estudiantes universitarios que empezaron con Snake Eyes de los Mumford and Sons, cuya fuerza recordaba el impacto de toda la belleza recibida durante la jornada que entonces llegaba a su fin.
El domingo por la mañana, le tocaba el turno a la exposición “¡No tengáis miedo!”, sobre la familia y la experiencia del amor a la luz de la fe. Sor Giusy Maffini, superiora del futuro monasterio trapense de Santa María Madre de la Iglesia, que se está construyendo en Palaçoulo, dirigió al público esta pregunta: «¿Cómo no tener miedo de empezar una experiencia monástica en un lugar perdido del interior de Portugal? ¿Por qué no deberíamos tener miedo?». Y esta fue su respuesta: «Porque lo hacemos para tener las puertas abiertas a Cristo y a Su fuerza redentora. Todas las demás razones se quedan ante estas en débiles susurros». Tras el testimonio de Henrique Mota, padre de cinco hijos, llegó la clausura del encuentro con Duarte da Cunha, que recordó a todos que «la felicidad no está tanto en lo que yo puedo hacer sino en lo que Dios testimonia ante mí».



Para cerrar el Meeting, se presentó la exposición “Nuestra banda podría ser tu vida”, sobre rock alternativo o indie rock, realizada por Maria Pacheco de Amorim, una profesora acompañada de sus amigos y alumnos. Para ella, «la novedad de este género musical es inseparable del hecho de que en sus letras se encuentran preguntas fundamentales para el ser humano, para todos nosotros». La muestra impactó a gente de todas las edades, como cuenta Irene, una universitaria de Milán que trabajó como voluntaria vendiendo el catálogo. «Vino una señora de ochenta años a comprarlo y me dijo: “Aquí tenéis la sonrisa de quien vive una paz interior, la paz de quien busca la Verdad con mayúscula”». Aura Miguel, presidenta del Meeting, expresó su deseo de «que este tiempo que hemos pasado juntos, escuchando testimonios tan hermosos y diversos, nos ayude a interceptar siempre los signos del Infinito que viene a nuestro encuentro».
Porque el Meeting “no acaba”, como decía Pity, que junto a unos amigos se ha encargado de las exposiciones. «Estos días he visto que todo en la vida es un problema de fe, de creer de verdad que Él lo hace todo, y que nosotros solo aportamos cuatro panes y dos peces».