La obra dedicada a don Giussani en Rímini

Rímini. Un monumento a Don Giussani

En el centro de una rotonda en las inmediaciones de la antigua feria, una escultura ofrece el esquema que el fundador de CL solía usar para explicar el cristianismo

Una escultura sui generis, en el centro de una rotonda dedicada en 2014 a don Giussani, justo en las inmediaciones de la antigua feria de Rímini, actual Palacio de Congresos, donde durante años se celebró el Meeting y donde el fundador de CL impartió numerosas conferencias y Ejercicios espirituales.

Esta obra nació de la iniciativa de Marco Ferrini, Antonio Smurro y Sergio De Sio, con el proyecto del arquitecto Marco Benedettini, y el objetivo de recordar al sacerdote lombardo. La inauguración, el lunes 19 de agosto a las nueve de la mañana.



La escultura reconstruye el esquema que don Giussani dibujaba en la pizarra cuando daba clase en el liceo para explicar los términos de la relación entre el hombre y Dios a lo largo de la historia: el continuo intento del hombre, su anhelo por alcanzar el misterio reconocido por la razón (las flechas que suben desde abajo hacia una X, en el dibujo) y el acontecimiento cristiano que sucede, alcanzando al hombre en un punto preciso de su histórica (una flecha que desciende desde la X hasta cruzarse con la línea del tiempo horizontal).

El proyecto fue acogido y apoyado por la sociedad civil riminesa y sus autoridades, que han reconocido la importancia e impacto que ha tenido la vida de don Giussani en esta ciudad, y no solo aquí. Basta pensar en el Meeting de Rímini, ya en su cuadragésima edición, que nació precisamente entre algunos de la comunidad riminesa de CL. Aunque es inevitable recordar que fue justo en un tren hacia Rímini, a principios de los años cincuenta, después de una conversación con unos alumnos, cuando don Giussani, como cuenta su biografía escrita por Alberto Savorana, tuvo la intuición que le llevó a comprometerse en la educación de los jóvenes, para que «la gente entienda», «no mi opinión o lo que dice mi partido», sino «aquello para lo que está hecho el corazón; que la gente entienda un poco más el destino para el que está hecha».