Voluntarios en el pre-Meeting

Meeting 2018. Los hombres y la historia

Arranca otra edición en Rímini. Las palabras de Mattarella, la espera del mensaje del Papa, un programa lleno de cosas, y el trabajo de los voluntarios…
Paolo Perego

«La conciencia del vínculo entre la propia libertad personal y el bien de la comunidad de la que formamos parte es un patrimonio esencial de la civilización y de la cultura democrática». Más aún, «conectar la búsqueda de la felicidad de la persona con el deseo de construir una historia mejor para uno mismo y para los demás es un gran desafío humano. Mantener unidas personas e historias quiere decir precisamente reforzar los vínculos entre el individuo y la comunidad, hacer que nadie quede atrás ni al margen». Son palabras del presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, al Meeting de Rímini en vísperas de la inauguración de su 39ª edición, titulada “Las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen feliz al hombre”. No hay solución de continuidad entre el corazón de cada uno y la historia de la humanidad en esta expresión de don Giussani pronunciada durante los meses siguientes al 68 italiano. Ninguna frontera. El campo es el mundo, el campo es el tiempo que se vive. Y el centro es el hombre, con su deseo de felicidad.

Sergio Mattarella con Emilia Guarnieri

Todo está preparado, la semana riminesa abre sus puertas. Los pabellones ya están llenos de vida desde hace semanas con el trabajo de más de 400 voluntarios, casi todos universitarios que han llegado a Rímini para decorar los 130.000 metros cuadrados de los doce pabellones del recinto ferial. Stefano, ingeniero riminés de 45 años, lleva más de dos décadas participando en las labores de montaje, el llamado “Pre-Meeting”. «Este año había muchos universitarios, sobre todo de Milán y Bolonia. Pero también muchos “trabajadores” que estaban de vacaciones. Y hasta cuatro jóvenes rusos». Algunos más expertos empezaron ya a primeros de agosto, pero el grueso del trabajo empezó la semana pasada. «Unos cuantos colaborando con las diversas secretarías, mientras que casi 350 se han repartido en el montaje de stands y de las diferentes zonas», explica Stefano, que lleva muchos años repartiendo trabajo entre los voluntarios según las necesidades. Luego están los equipos especiales, formados por grupos que se han ido consolidando con los años, encargados de resolver problemas de cualquier tipo que vayan surgiendo. «Son grupos de amigos que vienen de varias ciudades y que todos los años organizan una cena juntos al acabar la semana».



Es todo un mundo. «Al principio de la semana, el director del Meeting nos entrega simbólicamente las “llaves del taller”, un mazo al que año tras año se añade una llave nueva creada por los voluntarios, siempre distinta. El sábado de vísperas los voluntarios la entregan en un acto ceremonial». Entregan así su trabajo, la construcción de un lugar donde el Meeting puede vivir. «¿Qué significa vivir el Meeting así? Participar de la misma belleza que los que vendrán después de nosotros. No es un menos», añade Stefano, que hoy está descansando en la playa con su familia después de dedicar al Meeting dos semanas de sus vacaciones. «Durante el año, trabajando, en la rutina diaria, siempre corres el riesgo de repetir las cosas, de rebajar el nivel respecto a la posibilidad de disfrutar de todo. Aquí trabajo todo el día gratis, y vuelvo lleno, feliz… ¿acaso esto no tiene algo que ver con el lema de este año?».

Sandro Ricci con las ''llaves de la obra''

Durante la noche de los últimos retoques, se repasa la acogida de otros 2.500 voluntarios que llegaron el sábado por la tarde y que trabajarán hasta el 25 de agosto en los stands, las exposiciones, la restauración, la limpieza, el servicio de orden… para que todo pueda funcionar lo mejor posible. 148 encuentros, 18 espectáculos y 14 exposiciones, con un total de casi 300 ponentes que intervendrán en los encuentros programados. «A decir verdad, son más», dice el director del Meeting, Sandro Ricci. «Este año hemos creado cuatro espacios temáticos y tres grandes áreas, cada una con su arena de encuentros dedicados a temas más específicos». Del 68 al contexto internacional, de la astrofísica a la innovación, del trabajo a la movilidad y a la salud.

El Papa Francisco

Esperando como siempre el mensaje del Papa Francisco, leído en la misa inaugural celebrada por el obispo de Rímini, monseñor Francesco Lambiasi. «Cada año el Meeting es una ventana de aire fresco en el calor estival de la rivera riminesa», dijo Lambiasi durante una presentación. «Y lo es gracias a su capacidad para generar diálogo y encuentro, incluso a nivel internacional, y gracias también a subrayar la centralidad de la persona».

El nuncio Usa, monseñor Christophe Pierre.


«¿Qué fuerzas mueven la historia?», preguntó Stefano Alberto en el encuentro con los voluntarios del Meeting. «Si miramos la realidad podemos decir muchas cosas: hay quien grita más, quien hace la información… pero la respuesta no es un discurso sino una experiencia». Este es el desafío para los jóvenes del Meeting. «Hay algo irreducible en nosotros: nuestro deseo. Estamos hechos para un destino bueno. Y en nuestra vida puede hacerse realidad ese germinar de una fuerza, de una energía, de una positividad increíble». Buen Meeting.