La presentación del Meeting 2018 en Roma (foto de Roberto Masi)

Las “fuerzas” del Meeting 2018

La 39ª edición, que se celebrará en Rímini del 19 al 25 de agosto, se presenta en Roma con el embajador italiano en la Santa Sede, el patriarca caldeo y el presidente de la Agencia Espacial Italiana
Silvia Guidi

“Las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen feliz al hombre”. Las mismas que movieron a Abrahán, dialogando con su Dios bajo la bóveda estrellada del cielo, en una noche lejana en el tiempo pero muy cercana a la experiencia de cualquier hombre, de cualquier época. Las mismas fuerzas que nos mueven a nosotros, atascados en el tráfico y rehenes de una agenda llena de cosas que hacer, pero incapaces de ahogar del todo ese deseo de ser felices ante el misterio de nuestra propia existencia.

Partiendo de una imagen sencilla pero potente, tomada de su experiencia personal –los faros del jeep iluminando la casa de Abrahán y de Ismael durante una visita nocturna a Ur de los Caldeos, con motivo de una misión diplomática en Nassiriya en 2004– el embajador Pietro Sebastiani dio comienzo al acto de presentación de la 39ª edición del Meeting de Rímini, el 26 de junio en el Palacio Borromeo de Roma, sede de la embajada italiana en la Santa Sede.



Allí también se dieron cita la presidenta de la Fundación Meeting, Emilia Guarnieri, el ministro italiano de Educación, Marco Bussetti, Su Beatitud Louis Raphaël I Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos –pocos días antes de que, en el Consistorio del 28 de junio, el papa Francisco le creara cardenal– y el presidente de la Agencia Espacial Italiana, Roberto Battiston.

«Estoy muy contento de retomar la costumbre de acoger en el Palacio Borromeo el acto de presentación del Meeting por la amistad entre los pueblos», afirmó Sebastiani tras una breve pero profunda reflexión sobre los tiempos “elásticos” de la diplomacia, citando a Winston Churchill y Romano Guardini. «La relación con el Meeting nace de su capacidad de diálogo y encuentro a nivel internacional, y de su rica contribución para la comunidad nacional y para los carismas de los movimientos surgidos tras el Concilio Vaticano II».

Por la izquierda, el patriarca caldeo Louis Raphaël I Sako, el embajador italiano en la Santa Sede, Pietro Sebastiani, y Emilia Guarnieri, presidenta del Meeting

En diplomacia es fundamental no dejarse llevar por la obsesión de los resultados inmediatos, destacó Sebastiani. La misma paciencia propia de tiempos largos, la misma “fidelidad” a una mirada a largo plazo que en el trabajo educativo, como señaló el ministro Bussetti, hablando del nexo misterioso pero concreto que une los actos individuales con el destino de la colectividad. La necesidad de valorar todo patrimonio cultural, por ejemplo, se puede realizar concretamente garantizando la libertad de elección educativa mediante medidas de apoyo a las escuelas, y tratando de superar ciertos automatismos por los que todo se mueve siempre y solo con prisas, siguiendo la lógica de la emergencia, sin una seria valoración de los datos disponibles.

El ministro Marco Bussetti (Miur)

Ahora que en nuestras sociedades se han roto los “vínculos horizontales”, continuaba Emilia Guarnieri, solo se puede volver a empezar por la persona. «En un mundo dominado por particularismos y contraposiciones, en la confusión y en la fatiga a la hora de encontrar puntos de valor y de referencia comunes, el Meeting lanza una sugerencia: volver a empezar a partir de un hombre feliz. Hay que volver a empezar a partir de un hombre, de cada hombre, para restablecer los vínculos, para recuperar la confianza». Los vínculos son el realismo de la vida, el hombre vive de vínculos, confianza y esperanza responden al corazón del hombre, que está hecho para la positividad. En los grandes escenarios históricos, «los hombres han estado dispuestos a sacrificios enormes, como las reconstrucciones después de las guerras, la lucha contra la enfermedad, la fatiga del trabajo, con la condición de que fuera evidente su significado». «Trabajar cansa», dijo Guarnieri citando a Pavese, pero la fatiga es inevitable. Hace falta no sustraerse de las grandes preguntas de la vida para estar en la historia tal como deviene, tal como nos enseña el arte; no en vano el espectáculo inaugural, inspirado en El zapato de raso de Paul Claudel, pondrá sobre el escenario precisamente ese contraste entre el deseo de felicidad individual y las misteriosas dinámicas de la historia.

«¿Por qué el dolor? ¿Por qué tanta destrucción, tanto odio en el mundo?». En las sinceras palabras del patriarca Sako resonaba un eco de las preguntas de Job, protagonista de una gran exposición del Meeting 2018. «¿Por qué destruir, por qué matar, por qué?». La complicada situación de los cristianos en Oriente Medio, concretamente en Iraq, es un ejemplo actual de lo urgente que es la pregunta por el sentido del dolor. «Antes de la caída del régimen, había en Siria un millón y medio de cristianos», declaró el patriarca Sako. «Ahora son 500.000. En 2014, 120.000 cristianos fueron expulsados de sus casas en Mosul y en la llanura de Nínive. Estuvieron casi tres años en campos. Cuando volví a Mosul, a duras penas conseguí reconocer mi iglesia. El 80% de la ciudad estaba destruido. Ahora la llanura de Nínive ha sido liberada y la Iglesia ha podido restaurar casas y escuelas con la ayuda de entidades y la caridad de mucha gente». Pero, siendo realistas, aún no hay signos que permitan esperar un futuro mejor. «Este es un gran desafío para los cristianos», añadió monseñor Sako. «Nuestra preocupación como Iglesia es mantener aquí a estos cristianos y asegurarles una vida libre y digna. Las religiones deben desempeñar un papel importante, pero sobre todo deben desempeñarlo los verdaderos creyentes si quieren dar un testimonio firme y significativo de su creador, Dios de todos los hombres y fuente de toda misericordia».

Roberto Battiston, presidente de la Agencia Espacial Italiana

En el pensamiento común, no es inmediato, señaló Roberto Battiston, unir el tema de la felicidad personal con el de la ciencia, acostumbrados como estamos a temer que la tecnología pueda volverse en nuestra contra, pero el acto de conocer es una de las mayores alegrías de la vida. Todo depende del uso que demos al patrimonio de conocimiento adquirido gracias a la colaboración de la comunidad científica internacional, donde nunca ha habido fronteras de lengua, etnia y cultura. «El nuestro es un oficio muy bonito», continuó el presidente de la Agencia Espacial Italiana. Basta pensar en los últimos descubrimientos de la astrofísica, sobre todo en los llamados exoplanetas, a los que se dedicará un espacio en el Meeting 2018. «La ciencia enriquece el sentido de nuestra presencia en el universo. El descubrimiento de las ondas gravitacionales y tantos otros hallazgos son prueba de ello, pero viaje del conocimiento todavía será largo; de momento solo comprendemos el 5% del universo que nos rodea, y el 85% está hecho de materia invisible, incomprensible».