"Huellas" cambia de imagen

Nueva gráfica, nuevo formato, nuevas profundizaciones para los contenidos. La revista de Comunión y Liberación cambia. Pero su razón de ser sigue siendo la misma, llega como un amigo que te dice: «¡Mira!»

Este mes llega una gran novedad: Huellas cambia de cara y se renueva. Es un paso más en el camino iniciado hace justo un año, cuando la página web de la revista (revistahuellas.org) pasó a confluir en la de Comunión y Liberación (www.clonline.org), y al mismo tiempo nacieron los perfiles oficiales de CL en redes sociales.

Ahora le toca a nuestra –y vuestra– revista en papel. El motivo es sencillo: queríamos que se integrara mejor con los demás instrumentos. El medio digital nos ofrece la oportunidad de contar con más inmediatez y con otros lenguajes (como el video o la variedad de formas que ofrecen las redes sociales) la vida del movimiento y las cosas que pasan, la actualidad en definitiva. Nos parece normal que la revista lo tenga en cuenta y, por tanto, se adecue para servir aún mejor a un objetivo que, por el contrario, no cambia: educativo y misionero. Huellas sirve para acompañar el camino de fe que hacemos y, al mismo tiempo, para decir a todos quiénes somos, qué mirada a la realidad nace de la experiencia que vivimos. Y lo hace apostando por una clave de lectura –hechos y testimonios– que permanecerá intacta en la nueva versión.

No se trata, por tanto, de un simple cambio de imagen, lo que cambia es la propia estructura de la revista. Que abandona la fórmula actual, parecida a un magacín de actualidad, para ir hacia una revista más de profundización, de lectura amplia y articulada.

Claro que en ciertos aspectos puede ser una apuesta que va contra corriente; la actitud de leer “en papel”, lo sabemos, está cada vez menos extendida, sobre todo entre los jóvenes. Pero decir: «Mira, vale la pena tomarse unos minutos y entrar con calma en el tema que proponemos, para entenderlo mejor, madurar ciertos datos, elementos, juicios», es un intento que sentimos parte de nuestra tarea, y queremos hacerlo con vosotros.

El nuevo Huellas contará con dos partes.
La primera mitad se dedicará al tema de portada, un argumento que elegimos para poner delante de todos ese mes, con artículos de profundización, sugerencias de lectura u otros elementos que ayudan a entender. No serán necesariamente argumentos ligados a la estricta actualidad, sino de interés general y transversal: la educación y los jóvenes, por ejemplo. La justicia. El trabajo. Establecemos nosotros la agenda, tratando de mantener un horizonte amplio.

La segunda parte se llamará “Rutas” y retomará lo que siempre ha caracterizado a Huellas: entrevistas, encuentros, reportajes, hechos de la realidad del movimiento en todo el mundo. Todo esto sin tener que “cubrir” la actualidad, que contamos para todos online.

Es una apuesta por lo esencial. Se mantienen, naturalmente, las Cartas, que no queremos perder porque son un espacio para el testimonio, el Libro del mes, la Historia final.

La gráfica también está al servicio de este cambio.
Se ha confiado el proyecto gráfico a Dario Curátolo, el director artístico que ha diseñado también la nueva página de CL. También aquí, en el nuevo Huellas, la nota es la esencialidad. Sin embargo, un periódico, más que describirlo, hace falta abrirlo, hojearlo, leerlo. Y esto es lo que ya podéis hacer desde este número de mayo. Contamos con vuestro apoyo que, por otro lado, es la única forma de contribuir al trabajo que hacemos también para la página web: suscribirse a Huellas, vender la revista, difundirla entre amigos y conocidos, es lo que nos permite producir los contenidos para la web y las redes sociales que son gratuitos pero, obviamente, tienen un coste de producción.

De manera especial, queremos que este cambio sea una ocasión para retomar la utilidad que la revista tiene para cada uno de nosotros y para disfrutarla, para el camino personal de los que le dedican tiempo y atención.

El mes pasado ya pudimos leer un apunte sencillo y llamativo de esta “utilidad” en una entrevista a tres mujeres ugandesas, Aisha, Hanifa y Sara, musulmanas. Leen con interés Traces (la edición de Huellas en lengua inglesa) y participan en las iniciativas de CL para difundirla. ¿El motivo?
Hanifa lo explica así: «Todo en esas páginas habla de felicidad, de la posibilidad de ser felices aunque uno tenga mil problemas. Cuando lees lo que viven estas personas felices, también tú te sientes feliz». Reconoce con palabras muy sencillas lo que es el cristianismo: el contagio de una alegría pascual, de persona a persona. Huellas sirve para comunicar esta alegría que no censura nada en la vida. Y para esto servirá también con su nuevo formato.