Bernhard Scholz, presidente de la CdO

Elecciones en Italia. El manifiesto de la CdO

«Por nuestro pueblo, por nuestro futuro». Familia, jóvenes, educación, trabajo… Estas y otras urgencias señala la Compañía de las Obras a la hora de hacer un trabajo común al que invitan a todos

El 4 de marzo el pueblo italiano está llamado a elegir un nuevo Parlamento y los Consejos Regionales del Lazio y Lombardía. El escenario social, económico y político en el que se desarrollará esta cita electoral es un tanto ambivalente. Numerosos indicadores muestran una cierta recuperación que está permitiendo al país dejar atrás casi diez años de crisis. Por otro lado, demasiada gente, sobre todo jóvenes, carece de un trabajo digno y demasiadas familias viven al borde de la pobreza.

En este contexto, caracterizado por elementos excelentes pero, al mismo tiempo, atravesado por profundas laceraciones y un malestar creciente, es bueno recordar el extraordinario compromiso de muchas familias, grupos y organizaciones –los cuerpos sociales intermedios– que de forma gratuita y voluntaria han contribuido a garantizar una estabilidad social y una convivencia civil. A ello se añade la aportación decisiva de miles de empresas y obras sociales que han sido capaces de renovarse, crecer o volver a crecer. Multitud de experiencias documentan hasta qué punto comprometerse por el bien de otros hace crecer la vida social y contrarresta la tentación del resentimiento, la resignación o la rebelión.

Desde hace muchos años trabajamos junto a otras realidades asociativas por un sistema educativo capaz de valorar los deseos y talentos de los jóvenes, por un bienestar solidario y sostenible, y por un crecimiento económico orientado al bien común. Sin embargo, en esta experiencia se revela a diario la necesidad de una política que tenga como primer objetivo el apoyo a las iniciativas sociales, culturales y económicas presentes en la sociedad. Estatalismo y asistencialismo pueden parecer soluciones eficaces en lo inmediato pero inevitablemente relativizan la única fuente de un desarrollo real y duradero: la iniciativa libre y responsable de la persona, vivida de un modo solidario en el seno de relaciones estables.

Por estas razones queremos evidenciar algunas de las principales urgencias sobre las que trabajar juntos todas las fuerzas sociales y políticas de nuestro país:

FAMILIA. Ante el malestar de tantas y familias y una natalidad cada vez más preocupante, se debe favorecer, con medidas fiscales y políticas adecuadas de bienestar, a los que asumen la responsabilidad de tener hijos y educarlos. También se debe poner en valor a las empresas que se comprometen con nuevos proyectos de bienestar empresarial para la conciliación del tiempo familiar y laboral, favoreciendo al mismo tiempo el bienestar de la persona y la productividad.

JÓVENES. Es demasiado elevada la tasa de fracaso escolar y demasiado larga la transición entre la conclusión de los estudios y la inserción en el mundo laboral. Por tanto, hay que reforzar y cualificar progresivamente un método de alternancia entre escuela y trabajo y ofrecer tipologías de aprendizaje útiles para la obtención de las titulaciones correspondientes a la enseñanza secundaria y terciaria durante el periodo laboral (sistema dual). Es necesario fortalecer los sistemas de educación y formación profesional, así como de formación de posgrado y de los institutos técnicos superiores, capaces de dotar a los jóvenes de las competencias necesarias en la transformación digital y, más en general, ligadas a los sectores emergentes de la economía global.

EDUCACIÓN. Para formar jóvenes capaces de afrontar los continuos cambios radicales que caracterizan la sociedad actual, es necesario, igual que en el resto de Europa, garantizar plena autonomía a las instituciones estatales y paritarias del sistema educativo nacional, con el fin de potenciar y valorar la responsabilidad de todos los sujetos (directores, profesores, familiar, gestores) protagonistas en la propuesta formativa, y permitir una libertad de elección real a las familias. A tal fin, el establecimiento del coste medio por estudiante, el reconocimiento de la cuota de capital para cada institución educativa y la completa desgravación fiscal de los gastos educativos por parte de las familias resultan objetivos imprescindibles para la próxima legislatura.

EMPRESA. El plan Industria 4.0 ha generado efectos positivos para las empresas, aumentando su capacidad para crear nuevos empleos y obtener mejoras en la productividad. Es un plan útil porque apoya la competitividad de las empresas italianas y la trayectoria hacia los nuevos mercados que la innovación sigue abriendo. Es un plan sencillo y transparente, que premia a quien invierte realmente y no puntualmente. Este método también se podría aplicar a otros sectores, como el turismo. Siguen siendo centrales otros compromisos para la simplificación de las disposiciones fiscales y la aceleración de los procedimientos en la relación con la administración pública para eliminar pesos inútiles a las empresas. Apoyar a quien crear empleo debe ser una prioridad política.

TRABAJO. Crear empleo digno es ante todo tarea de las empresas, pero no solo. La necesidad de adquirir nuevas competencias durante la vida profesional y mejorar el encuentro entre la demanda y la oferta en el mercado laboral hacen urgente la culminación del Jobs Act sobre políticas activas. El Estado y las Regiones deben comprometerse para que los que buscan empleo no estén solos, poniendo en valor sus agencias de empleo. Además, los fondos estructurales y la financiación europea deben utilizarse con más eficacia.

TERCER SECTOR. Para no dejar en el limbo a miles de organizaciones non profit es indispensable que el futuro gobierno se comprometa a ultimar la reforma del Tercer Sector iniciada en 2017, continuando con el provechoso diálogo con las realidades que lo representan, que se ha revelado como el mejor método para llegar a valorar adecuadamente esta gran riqueza de nuestro país. La emanación de normas orientadas realmente al bien de las personas y de las comunidades podrá representar el primer paso hacia un nuevo empuje subsidiario y solidario para todas las demás políticas de bienestar. En este sentido, será decisivo que el Estado reconozca a las comunidades y a las obras sociales una función central al identificar las necesidades y programar las intervenciones, superando definitivamente una concepción que relega a estos sujetos a un papel de ejecutores de bajo coste al que a menudo quedan confinados.

ACOGIDA. Recientemente, en el mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el Papa Francisco ha invitado a articular una respuesta al desafío de los movimientos migratorios «en torno a cuatro verbos fundados sobre principios de la doctrina de la Iglesia: acoger, proteger, promover e integrar». Crear, junto a todas las realidades sociales, itinerarios de integración real y por tanto también de formación para los que puedan y quieran quedarse en nuestro país es una necesidad humana. Junto a la Unión Europea, hay que poner fin a la trata de personas y promover un proyecto común de pacificación y desarrollo en los países de origen de los que huyen. Los que están comprometidos con la acogida en nuestro país, los que trabajan por el desarrollo de los países martirizados por la violencia y la pobreza extrema, testimonian que la experiencia de compartir y ayudar supera barreras ideológicas, miedos y desconfianzas y, mediante esta capacidad de gratuidad, enriquece también la propia vida.

Por un sentido de responsabilidad hacia los jóvenes, no es aceptable financiar el crecimiento con un debilitamiento posterior sino que, al contrario, es decisivo trabajar por una reducción sensible del gasto público. Quien asume la responsabilidad e un compromiso político debe tener un realismo amplio de miras y el coraje de indicar y motivar, allí donde sea necesario, pasos incluso fatigosos y difíciles para llegar a soluciones reales y duraderas para el bien de todo.

Hemos querido mencionar solo algunos de los temas claves de la convivencia civil y de las condiciones necesarias para un desarrollo sostenible. A partir del 1 de febrero colgaremos en www.cdo.org documentos específicos para profundizar. Totalmente convencidos, invitamos a todos a ir a votar, expresando así la propia participación en la vida del país y reforzando el sentido democrático. Cuando más difícil es una situación, tanto más importante es el compromiso de cada uno y el diálogo entre todos. Así se hace posible contribuir sin resignación a la fatigosa y fascinante construcción de un futuro mejor para nuestro pueblo dentro de la casa común europea.

Cdo – Compañía de las Obras
Milán, 25 de enero de 2018