Honduras vota el 26 de noviembre

Honduras. Hay algo que puede cambiar

El domingo 26 el país abre sus urnas para elegir presidente, congreso y administraciones locales. Pero el interés es tal que muchos se abstendrán. «Las elecciones sacan a la luz la forma de estar ante lo cotidiano». El manifiesto de la comunidad de CL

El 26 de noviembre próximo, los hondureños estamos convocados a participar en las elecciones presidenciales, a diputados del Congreso y alcaldes. Es un día importante para el país porque de su resultado depende en gran parte el devenir del mismo.

Se dice que el día de las elecciones es una fiesta cívica, sin embargo muchos ciudadanos, la mayoría, se abstienen de votar. Se percibe un escepticismo, un cansancio en la clase política, un “nunca he votado”, el contexto general… y como resultado una pasividad, el descuido de uno mismo.

Y nosotros, ¿qué esperamos de las próximas elecciones? ¿Cómo nos vemos frente a ellas? ¿Con qué criterio participamos?

Son preguntas válidas que nos las podemos hacer para otras muchas situaciones de la vida. Si uno se levanta por la mañana, al ir a trabajar, o dejar a los niños en el colegio, o al volver a casa, ¿qué espero? ¿Con qué criterio miro la jornada laboral, la educación de los niños, la relación con mi marido o mi mujer? ¿Descubro también este escepticismo y cansancio oculto entre los pliegues de las cosas cotidianas?

Por eso el día 26, que es un momento extraordinario, pone a la luz la forma de estar ante lo cotidiano. Puede detectar cómo se sitúa cada uno ante los eventos importantes y percibir que es la misma forma asumida para las cosas pequeñas.

Nuestra vida, así como la vitalidad de un país, pasa por los acontecimientos grandes y por las cosas pequeñas. Por el día 26 de noviembre, lo mismo que por el 27 de noviembre; por cómo estemos cada uno frente a estos días, cada día. O esperamos algo o estamos ya derrotados. Pero ¿qué es esto que nos permite afrontar de manera positiva tanto las cuestiones cotidianas como los resultados electorales?

La Iglesia celebra todos los años por estas fechas, previo a la Navidad, el Adviento como tiempo de espera, de esperanza. Solo es posible esperar si ya hemos encontrado algo grande. Como decía Charles Péguy, «para esperar, niña mía, hace falta ser muy feliz, haber obtenido y recibido una gran gracia».

El origen del cambio es este, hay algo que puede cambiar el día 26 de noviembre… sobre todo dentro de nosotros.

Comunión y Liberación Honduras