Manifestaciones en Nairobi

KENIA. El manifiesto de CL ante las elecciones

Con el voto a las puertas, crece la preocupación por nuevos enfrentamientos después de lo que de 2007, cuando murieron 1.500 personas. Comunión y Liberación propone un documento sobre la situación que vive este país

Es el tiempo de nuestra esperanza
El manifiesto de la comunidad de CL en Kenia ante las próximas elecciones

Las elecciones presidenciales del 8 de agosto se acercan a ritmo lento pero certero. Durante meses Kenia ha estado inmersa en una “campaña electoral” que se intensifica a medida que se aproxima la jornada electoral. Las primarias se vieron como un ejercicio caótico, falto de profesionalidad y con acusaciones de compra de votos que empañaron la votación. ¿Resultado? Una apatía generalizada ante las próximas elecciones y ante la política en general.

Con este telón de fondo, ¿por qué nos iba a seguir interesando la política, con toda su apariencia de drama, caos y divisiones? El 11 de junio de 2017, miembros del movimiento de CL en Kenia y algunos candidatos políticos se reunieron para discutir, reflexionar y compartir sus experiencias sobre si la política tiene algún significado.

Los tres niveles con los que Giussani juzga la política fueron de gran ayuda como criterio:

El 1er nivel del valor político de una comunidad cristiana viva es su mera existencia. Si son auténticas, las comunidades cristianas serán garantes y promotoras de una democracia substancial. Así la experiencia cristiana se convierte en uno de los protagonistas de la vida cívica, en constante diálogo y comparación con todas las demás fuerzas.

2º nivel. Una comunidad cristiana vive continuamente en relación con el resto de la humanidad, compartiendo todas sus necesidades y problemas. A causa de la profunda experiencia fraternal que se desarrolla en ella, la comunidad cristiana no puede evitar tender a tener su propia idea y su propio método de aproximación a problemas comunes, prácticos y teóricos, y ofrecer su colaboración concreta al resto de la sociedad en la que se encuentra.

3er nivel. La implicación política directa por parte de algunos que deciden responsablemente dedicar su vida a la comunidad les lleva a comprometerse en la actividad política concreta.

Recientemente, decía el Papa Francisco: «sientan fuerte dentro de ustedes la responsabilidad de lanzar la buena semilla del Evangelio en la vida del mundo, a través del servicio de la caridad, del compromiso político —métanse en política, pero por favor en la gran política, en la Política con mayúsculas—, a través de la pasión por la educación y la participación en el desarrollo cultural» (30 abril 2017).

Bienvenida sea la oportunidad de votar, como una ocasión educativa que nos permitirá atestiguar qué es lo más querido que tenemos. No esperamos la salvación de la política ni de los políticos, pero entendemos la importancia que el papel de los políticos tiene en nuestra vida.

Por esta razón hay ciertas cuestiones que nos preocupan especialmente y deseamos votar, según la educación que hemos recibido, a los candidatos y partidos que muestren especial atención a estos asuntos.

- Subsidiariedad. Que el estado y los políticos reconozcan los esfuerzos y el trabajo ya realizado por las comunidades locales sin sustituirlas.
- Libertad de asociación. Libertad para construir estructuras, lugares e instituciones donde la gente pueda vivir, reunirse y educarse.
- Libertad de educación. Los padres necesitan libertad y apoyo para elegir la educación que prefieren para sus hijos. La principal tarea de los padres es educar a sus hijos, su principal tarea no debería ser suplantada por el gobierno.
- El bien común. Aquellos que detentan el poder político deben actuar al servicio del bien común de toda la nación.

Giussani nos enseñó que, ante los problemas reales de la vida y ante los cambios, sale a la luz lo que más queremos. Así, dentro de la privacidad del voto, podremos ver «si en primer plano está verdaderamente la fe o hay otro tipo de preocupación; si esperamos de verdad todo del hecho de Cristo o, por el contrario, si del hecho de Cristo esperamos lo que decidimos nosotros».