El pórtico de la plaza de Dante, en Bérgamo.

El «milagro» del hombre

Simone Abbiati

Bajo el pórtico de la plaza de Dante en Bérgamo, pasaron cientos de personas durante el primer fin de semana de julio, con motivo de la novena edición de BergamoIncontra, titulada "Qué es el hombre para que te acuerdes de él", que animó el corazón de la ciudad lombarda con las notas de Bob Dylan, el monólogo de Sandro Veronesi sobre el Evangelio de Marcos, las exposiciones y un montón de encuentros, dedicados a temas tan actuales como el Brexit o a las preguntas que desafían la vida de cada uno.

El encuentro comenzó con un acto titulado "El talento de las cosas sencillas. Una mirada curiosa sabe descubrir la grandeza del ser humano". Stefania Famlonga, cooperante de AVSI en Quito (Ecuador), explicó que «la humanidad se despierta incluso en contextos de marginación», y es capaz de una compasión y una caridad sorprendentes. Tras el terremoto del 17 de abril, que causó más de 700 víctimas y 30.000 desplazados, no solo los ricos decidieron echar una mano sino que también se implicaron los más pobres, porque «se sentían preferidos», contó Famlonga. «Querían ayudar de un modo ingenuo y sencillo». El encuentro continuó con el lingüista Andrea Moro, que mostró cómo las preguntas últimas del ser humano salen a la luz también con las expresiones más sencillas. «La manera de comunicar expresa siempre una identidad que es búsqueda, deseo».

El sábado, un diálogo sobre el mundo de la empresa en el mundo de hoy, titulado "Start-up, ¿y después? El camino para que una empresa crezca", con tres directivos, Matteo Campodonico, Fabio Leoncini y Mario Salerno. No solo abordaron los primeros pasos en el mundo de la empresa, sino sobre todo el camino que sigue. «El punto fundamental es encontrar realidades más maduras, que tomen en serio a los jóvenes, que les ayuden a ponerse en marcha».

Por la tarde, de cara al Meeting de Rímini 2016, la vaticanista Marina Ricci presentó la exposición dedicada a la Madre Teresa de Calcuta, con un encuentro que retomaba las palabras de esta religiosa, que será canonizada el 4 de septiembre: "¿El día más hermoso? Hoy". Al trazar su figura, Ricci abordó también el periodo más "oscuro" que tuvo que atravesar. «No renegó de nada; es más, abrazó cada vez más la cruz de Cristo. La Madre Teresa nos recuerda que cada uno de nosotros tiene como vocación "pertenecer a Cristo"». No una santa impecable sino una mujer cercana a nosotros, tanto en el tiempo como en la fatiga.
A continuación, el testimonio de tres familias de la asociación Familias para la Acogida, que contaron qué significa para ellos estar juntos. Tres historias muy diferentes, pero un mismo corazón. «La familia florece en la vida cotidiana, no con gestos heroicos». «Hay que responder a las necesidades concretas que haya», contó uno de los padres, «y tener disponibilidad para obedecer a lo que la relación con la mujer y los hijos nos pide».

Por su parte, Marco Bersanelli, profesor de Astrofísica en la Università degli Studi de Milán, llevó al auditorio a 13.700 millones de años luz de nuestro planeta, ante una platea asombrada por los números y fotografías que le llegaban del espacio. «El cosmos es fascinante, pero hay algo aún más maravilloso», dijo Bersanelli: «Es un milagro que el hombre, tan pequeño en comparación con el universo, llegue a ser consciente de sí mismo».

El último día se volvió a tocar el tema de la familia, esta vez con Davide Pelucchi, vicario general de la diócesis de Bérgamo, en un encuentro titulado "Amoris laetitia: presentación de la Exhortación apostólica sobre el amor en la familia". El diálogo se centró en cómo el Papa Francisco está ayudando a la Iglesia a recuperar una mirada de confianza hacia el mundo, aprovechando incluso la capacidad que tiene el hombre para darse cuenta del propio límite.

En Bérgamo también se habló del shock que está sacudiendo Europa. El periodista Pigi Colognesi hizo una reflexión sobre la intervención del Papa Francisco al recoger el Premio Carlomagno. Y por la noche, otro viaje. Esta vez no por el espacio, sino por el tiempo. Giorgio Buccellati, arqueólogo y profesor emérito de Historia y Arqueología, explicó cómo se concibe la relación religiosa en las civilizaciones mesopotámicas. «Tienen mucho en común con nosotros. El politeísmo es un intento parcial de desmenuzar lo Absoluto, igual que el racionalismo moderno». Buccellati subrayó la elección de Dios para hablar a estos pueblos, como una «Presencia inquieta» que entra en la vida y espera una respuesta por parte del hombre, «como un marido espera a su mujer».

Para cerrar estos tres días, un encuentro sobre la relación entre misericordia y justicia. El constitucionalista Andrea Simoncini dialogó con el director y el capellán de la cárcel de Bérgamo. Simoncini comenzó hablando de cómo el hombre «históricamente ha desconfiado del valor absoluto de la ley». Pero en el último siglo la jurisprudencia ha adquirido un gran poder, hasta llegar a «dejar que sea la palabra escrita la que defina al hombre». Fausto Resmini, el capellán de la prisión, señaló que no hay que contraponer necesariamente justicia y misericordia. «La ley debe reconocer una posibilidad de redención». Para él, más importante que la certeza de la pena es su flexibilidad, que nace precisamente de la posibilidad de misericordia.

El encuentro bergamasco no habría sido posible sin las decenas de voluntarios que decidieron implicarse. Muchos de ellos contaron que la verdadera riqueza de estos días había nacido de las conversaciones con la gente. Emma, voluntaria en la exposición dedicada al segundo capítulo de La bellezza disarmata, el libro de Julián Carrión, contó que el primer día, mientras hablaba de las mujeres enfermas de Sida en el Meeting Point International de Uganda, habló también de su madre, que a los 98 años de edad se ve obligada a permanecer en cama, pero «siempre está agradecida y alegre». Y le preguntaba a los visitantes: «¿Por qué creéis que puede ser?». Una mujer anciana, con cierta discapacidad, levantó la mano y dijo: «Porque acepta la voluntad de Dios».