Campo refugiados en el puerto del Pireo, Grecia.

Veintiún palés de generosidad

Más de sesenta mil envases de medicamentos. Una montaña de cajas y tabletas de pastillas, jarabes y antibióticos que se entregó el pasado 7 de junio a las entidades sanitarias que trabajan en Grecia, sobre todo con refugiados. Solo en el último año la península helena se ha visto atravesada, a lo largo y a lo ancho, por un millón de refugiados que recorrían la ruta balcánica, con desembarcos sucesivos en Turquía, las islas griegas, y así hacia el norte de Europa. Una emergencia que se suma a las graves dificultades económicas que desde 2008 afectan al pueblo griego, que aun así no ha renunciado a acoger y ayudar a sirios, afganos, iraquíes, paquistaníes que acudían llamando a sus puertas.

Una situación que, con el cierre de las fronteras macedonias y una cierta inercia por parte de Europa, Atenas ya no es capaz de afrontar sola: «A las entidades sanitarias les cuesta muchos esfuerzos reponer existencias de los fármacos que se reparten», es el llamamiento de la organización internacional Doctors of the World al HMA, una red de varios países europeos que trabajan en este sector. «La caridad no puede tener límites», explica Paolo Gradnik, presidente de la Fundación Banco Farmacéutico: «En una iniciativa como esta, el Banco consolida su vocación internacional para el bien del hombre». Es una invitación a responder a la necesidad de Grecia, que ya señaló el Papa Francisco. «El pasado 16 de abril, durante su visita a Lesbos, pidió al mundo que no se olvidara de los inmigrantes ni de un pueblo entero doblegado por el sufrimiento».

En total, se recogieron 60.503 medicinas, donadas por nueve empresas, clasificadas en 99 tipologías diferentes: fármacos para la hipertensión, diabetes, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, antiinflamatorios, calmantes, antibióticos, antidepresivos... Un total de 21 palés que se descargaron en Katerini, una ciudad de Tessaglia, al norte del país, junto al Egeo, donde trabaja Doctors of the World mediante la asociación de voluntariado My Place.

«El acceso oportuno a los medicamentos puede salvar vidas humanas», afirma Mario Melazzini, presidente de la Agencia Italiana de Medicamentos: «Por eso hemos creído en esta iniciativa favorable al pueblo griego, cuya realización ha sido posible gracias a la valiosa y consolidada colaboración del Banco Farmacéutico».