El aeropuerto de Bruselas después de las explosiones.

El Papa condena los atentados: «Violencia ciega»

Vatican Insider
Domenico Agasso Jr

Ataque a Bélgica. Este martes hacia las ocho de la mañana dos explosiones estallaban en el aeropuerto principal de Bruselas, Zaventem, al menos una de ellas causada por un kamikaze. También hubo tres deflagraciones en las estaciones de metro de Arts Loi, Schumann y Maelbeek, en el centro, a pocos pasos de las instituciones de la Unión Europea. Hay decenas de muertos y heridos. Los atentados pronto fueron reivindicados por el Isis. La reacción de los obispos belgas fue inmediata, expresando su «consternación», «angustia» y voluntad de rezar por las víctimas y por toda la trágica situación que se ha generado. Enseguida, el Papa Francisco condenaba «la violencia ciega que causa tanto sufrimiento e implora a Dios el don de la paz».

En un telegrama de condolencias del Pontífice, firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, y enviado al arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor Jozef De Kesel, se puede leer: «Sobre los atentados de Bruselas, que han golpeado a muchas personas, el Santo Padre Francisco confía a la misericordia de Dios a los que han muerto y se une en la oración al dolor de sus familiares. Expresa su solidaridad más profunda a los heridos y sus familiares, y a todos aquellos que trabajan en las labores de socorro, y pide al Señor que les conceda alivio y consuelo en esta prueba. El Santo Padre condena nuevamente la violencia ciega que causa así tanto sufrimiento e implora a Dios el don de la paz, e invoca para las familias de luto y para los belgas el beneficio de las bendiciones divinas».

Estos atentados se producen pocos días después de la detención de Salah Abdeslam, acusado por los atentados de París del 13 de noviembre.
Los prelados, según el director de la oficina de prensa de la Conferencia episcopal belga, el padre Tommy Scholtes, comparten «la angustia de miles de viajeros y de sus familias, de los empleados de aviación y de los equipos de socorro que vuelven a encontrarse una vez más en primera línea. Confían a la oración toda esta nueva y dramática situación, especialmente a las víctimas». La Conferencia episcopal informa de que todos los capellanes del aeropuerto están disponibles para «ofrecer el apoyo espiritual necesario». Su comunicado concluye con un llamamiento: «Que el país entero pueda vivir estos días con gran responsabilidad cívica».