Un pueblo de Nepal después del terremoto.

Agua, tiendas, comida: lo que haga falta

Maria Luisa Minelli

El 25 de abril una serie de terremotos, el más fuerte de 7,9 grados de magnitud, echó abajo las casas de Katmandú y de muchas otras ciudades y pueblos en Nepal. El balance cuenta a más de 7.000 muertos y 14.000 heridos, un dato que, según las autoridades locales, seguirá creciendo.

«Es el peor terremoto que he visto nunca», afirma el padre Pius Perumana, director de Cáritas Nepal. Se trata del movimiento sísmico más violento que ha sacudido esta zona desde 1934, cuando un seísmo de magnitud 8 provocó la muerte de 8.500 personas. «Gracias al cielo, sucedió de día y durante una festividad, y muchas personas estaban fuera de casa», continúa el padre Perumana. Pero ahora este pueblo necesita casas, atención y apoyo.

Las necesidades son concretas y materiales: carpas de plástico y láminas de madera para improvisar las tiendas, comida y sobre todo agua potable, debido al grave riesgo de epidemias. Hay muchos edificios dañados o derrumbados por todo el país, también se han caído los centros sanitarios. Naciones Unidas ha informado de que el 90% de los servicios sanitarios de las zonas afectadas ya no están disponibles. Y los demás hospitales del país están llenos. La ayuda de otros países sigue llegando y muchas asociaciones se están movilizando para ofrecer su apoyo.

Entre ellas está AVSI que, aun no siendo experta en emergencias, siempre está dispuesta a intervenir en situaciones similares apoyando a las entidades presentes en la zona afectada. Por eso ha puesto en marcha una campaña de recogida de fondos en favor de Cáritas Nepal.
En su página web puedes informarte de las indicaciones para contribuir:
www.avsi.org