Escenarios mundiales donde la guerra parece ser la única manera de resolver los contrastes y las graves injusticias a costa de los más débiles; en nuestra casa una recuperación económica aún demasiado tímida; sobre todo, una grave incertidumbre existencial que resta energías y visión de futuro. A males extremos, ¿remedios extremos? No, remedios “periféricos”. Eso es lo que propone este año el Meeting de Rímini, atendiendo al llamamiento del Papa Francisco a salir hacia las «periferias existenciales».
La edición 2014 del Meeting, titulada «Hacia las periferias del mundo y de la existencia. El destino no ha dejado solo al hombre», va dedicada al hombre y a su corazón, al irreductible deseo de bien que le constituye. Esta fuerza que mueve al hombre se considera “periférica”, insignificante. Pero es precisamente esta fuerza, hija de su propia identidad y autenticidad, el factor real y duradero que incide en el mundo y en la historia.
Pensemos en varios hechos que se definen por este “impulso” del corazón del hombre: el renacimiento de Europa después de las fratricidas guerras mundiales, la paz en Irlanda del Norte, la transición pacífica en el Este de Europa, la reanudación del diálogo en Sudáfrica tras la detención de Mandela… A este respecto, hay algo que caracteriza desde siempre el compromiso del Meeting, que no por casualidad se llama «por la amistad entre los pueblos»: sacar a la luz cómo el diálogo, que nace cuando se da espacio a este anhelo, se revela vencedor en la historia. Este año lo testimoniará el padre Pierbattista Pizzaballa (custodio de Tierra Santa y uno de los artífices de la organización del histórico encuentro en el Vaticano entre el Papa Francisco, Simon Peres y Abu Mazen) en el acto inaugural, bajo el lema: «Diálogo: único camino para la paz». En esta misma línea intervendrán Paul Bhatti, hermano del político pakistaní asesinado por su compromiso en defensa de las minorías (cristianas y no cristianas) perseguidas; e Ignatius Kaigama, presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, que hablará de hechos dramáticos que ya han caído casi en el olvido, como el secuestro de 300 adolescentes nigerianas o los asesinatos que cometen diariamente los terroristas en Iraq.
También en este caso el tema central es el reclamo a la verdadera libertad y a la posibilidad de un bien para cualquier persona, que puede contribuir a la paz y propiciar un cambio. Y no la guerra de civilizaciones, como demuestra el fracaso total de las estrategias basadas en choques de fuerza.
Por tanto, el corazón del Meeting será una serie de protagonistas solo aparentemente periféricos. Por ejemplo, un grupo de jóvenes que, después de la revolución en la plaza de Tharir en Egipto, testimonian que ha surgido un nuevo afecto entre musulmanes y cristianos coptos, una verdadera posibilidad de cambio; ucranianos que creen que es posible una convivencia pacífica con los rusos, como Alexander Filonenko, profesor de Filosofía en la Universidad de Jarkov, que además se encargará de pronunciar la conferencia dedicada al lema de este Meeting. También estarán Panteleimon (vicario del Patriarca de Rusia); Shodo Habukawa, monje budista; Joseph Weiler, constitucionalista norteamericano de fama mundial y presidente del Instituto Universitario Europeo, que hablará del horizonte de la Europa de hoy y de mañana.
Para responder a la crisis social y política que está suponiendo un cambio de época, el Meeting resaltará esa particular periferia existencial del mundo que es capaz de reconocerse en camino hacia un destino bueno. Lo testimoniarán Luciano Violante y Javier Prades, rector de la Universidad San Dámaso de Madrid, mostrando que la justicia nace de ese amor al hombre que es la gratuidad.
Volver a apostar por los recursos humanos significa también poner en el centro la educación y la formación, fulcro de una verdadera recuperación social.
En el Meeting se afrontarán varios temas relacionados con el crecimiento, el trabajo y el bienestar. Intervendrán protagonistas del escenario económico italiano como Sergio Marchionne, consejero delegado de Fiat; y Giorgio Squinzi, presidente de Confindustria, así como varios empresarios de grandes, pequeñas y medianas empresas, que dialogarán para ayudarse a identificar la mejor manera de avanzar en la situación actual.
El Meeting profundizará este año en su intuición originaria, que no es la de ser un plató para quien busca notoriedad al final del verano, sino mostrar ejemplos de crecimiento humano y de amistad entre personas de origen y tradición diferentes, que luchan pacíficamente por la libertad, la justicia, el desarrollo y la autenticidad humana. Es lo que permanece cuando todo lo demás decae. Como testimonian los personajes de las canciones de Enzo Jannacci y de las historias de Giovannino Guareschi, a los que encontraremos en el espacio “Mundo pequeño y asuntos menores”. Personajes en apariencia marginales, que no buscan el reconocimiento social, pero –no se sabe cómo– siguen vigentes simplemente viviendo sus necesidades y deseos.
Historias imprevisibles y siempre imperfectas, como el hombre, pero portadoras de un bien y una novedad. Historias en busca del propio “centro”, que viven la “periferia” como lugar donde descubrir sus raíces humanas, para que las ramas del árbol puedan crecer después en todas las direcciones.