«Hace falta un pacto con el islam moderado»

Il Sussidiario
Claudio Perlini

Nueva masacre de cristianos en Bangui, capital de la República Centroafricana, donde al menos quince personas han muerto en un violento ataque por parte de milicias islamistas en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima. Los fieles se refugiaban en el patio cuando un grupo de hombres, probablemente pertenecientes a la coalición rebelde de Seleka, los mismos que en marzo de 2013 depusieron al presidente Bozizém, empezaron a disparar y a lanzar granadas.
Entre las víctimas se encuentra un sacerdote de 76 años, Paul-Emile Nzale. Ya hace más de un año que este país se encuentra en “peligro de genocidio”, como denunció hace tiempo el arzobispo de Bangui, monseñor Dieudonnè Nzapalainga, pero en las últimas semanas los atentados y los ataques se han intensificado. El Consejo de Seguridad de la ONU, en un intento de frenar la violencia, ha aprobado una resolución que pone en marcha la Misión de estabilización en la República Centroafricana, autorizando el envío de diez mil cascos azules a partir del 15 de septiembre. Hablamos con el padre Piero Gheddo, periodista y misionero del PIME.

¿Cómo valora la oleada de enfrentamientos tribales e interconfesionales que está ensangrentando este país africano?
La situación es cada vez más grave, asistimos ya diariamente a nuevos episodios de violencia, ataques y muertes, no solo en la República Centroafricana sino también en muchos otros países del mundo. Las persecuciones a los cristianos continúan y se intensifican, sin embargo tengo la sensación de que cada vez se habla menos de ello.

¿Qué quiere decir?
Se discute mucho y libremente de cristianismo, de lo que sucede en el Vaticano y de lo que hacen los obispos y el Papa, pero cada vez se habla menos del islam extremista. Es como si este tema fuera tabú y lo “políticamente correcto” nos obligara a evitar todo tipo de discusión al respecto. Todos los días sucede algo así en el mundo, basta pensar en la sharía aprobada recientemente en el Código penal de Brunei. La noticia se ha dado, obviamente, pero se evita puntualmente cualquier debate sobre esto. ¿Por qué este silencio?

¿Pero por qué se han intensificado tanto los atentados de matiz religiosa, sobre todo en las últimas semanas?
Detrás de cada ataque, en la República Centroafricana, en Nigeria o en otro país, cada vez se hace más evidente la presencia de la raíz del terrorismo islámico que intensifica los atentados con un solo y claro objetivo, es decir, establecer la propia ley en las regiones donde son mayoría. Es un rasgo común a los diversos grupos extremistas y que genera constantemente decenas de víctimas inocentes. El islam extremista está en continua actividad, la sucesión de estas noticias es imparable, y sin embargo no se habla de ello. O al menos no como se debería.

¿Cuál es el papel de los cristianos en esta situación?
Los cristianos obviamente condenan cada uno de los ataques y también la voluntad que se esconde tras estos sangrientos atentados, pero también es evidente que no rompen el diálogo con el islam porque entre los musulmanes moderados se encuentran personas y familias estupendas, acogedoras y generosas. Sin embargo, estos temas no se abordan como se debiera. ¿No cree que si en el mundo hubiera grupos de cristianos violentos estaríamos dispuestos a abrir inmediatamente un debate para intentar identificar los motivos y buscar soluciones eventuales? ¿Por qué en cambio con el islam no se puede abatir este muro de silencio?

¿A dónde nos encaminamos de este modo?
A una violencia que se extiende como una mancha de aceite y a grupos extremistas islámicos que continuarán libremente con estos absurdos actos violentos, cada vez en más países y sin que nadie haga algo de verdad para obstaculizarlo. Basta con pensar en Nigeria, el Chad, el norte del Camerún, donde en abril secuestraron a dos sacerdotes, o Pakistán con varios cooperantes secuestrados, alguno de ellos desde hace más de dos años. Por no hablar de Sudán, Eritrea, Somali.

¿Qué soluciones se pueden plantear?
Es difícil decirlo, pero creo que es importante empezar a hablar de esto de verdad. Junto a los musulmanes moderados, deberíamos preparar una protesta común frente a los gobiernos de los países implicados y los imanes. Si todos siguen callados, la situación no podrá hacer otra cosa que empeorar.

¿Qué le parece la misión de estabilización en la República Centroafricana aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU?
Todavía es pronto para decir si esta misión será resolutiva, pero ciertamente es un buen comienzo y una señal de que algo se está moviendo. Pero es evidente que se puede y se debe hacer más, implicando a los fieles del islam en un debate que pueda ser compartido y capaz de generar acciones realmente eficaces para acabar con la violencia.