Chema de Isidro, durante una de las clases.

Cocinando oportunidades

CESAL
Chema de Isidro

Hace ya más de tres años CESAL lanzó el primer curso de formación en hostelería. En un local del barrio de Vallecas formamos a los seis primeros jóvenes. Viendo que había interés por los chicos y chicas, muchos de ellos sin una formación académica previa, impulsamos un curso de camareros en colaboración con el Colegio Internacional J.H Newman de Madrid. El comedor de profesores se convirtió en un gran restaurante donde 15 jóvenes desarrollaron sus prácticas. Al año siguiente apostamos por convertir esta formación no reglada en académica haciendo el primer curso de PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial) donde por primera vez los jóvenes obtenían una titulación oficial.
Y justo hace un año conocimos al chef Chema de Isidro que pasaba de gestionar su restaurante Bella Lola a abrir una escuela de hostelería a pocos metros del Centro Hispano Dominicano que CESAL gestiona en Madrid. Chema aceptó inmediatamente el reto deformar a jóvenes en riesgo de exclusión social y sin ningún conocimiento de cocina y prepararles en pocos meses para poder trabajar en diferentes restaurantes en Madrid.
El primer curso de Chema tuvo un éxito total. Los jóvenes terminaron el curso, realizaron las prácticas y ya están trabajando. Hemos acabado la formación del segundo curso, dirigido a 17 chicos y chicas, y están realizando las prácticas en restaurantes de todo Madrid.
Hemos querido que Chema nos cuente lo que ha significado este año:

«Desde hace ya más de 6 meses tengo la oportunidad y el placer de colaborar con un proyecto maravilloso que poco a poco me está enganchando de una manera muy especial. Un Inicio para todos, proyecto de la ONG CESAL. 25 años de profesión y 25 años de CESAL, puede ser casualidad pero después de todos estos años nos hemos encontrado y creo que en
el momento justo.
Después de todos estos años, me he dado cuenta que agradezco tanto la oportunidad que un día me dio el gran maestro Iñaki Izaguirre en 1987. Él me abrió las puertas de su maravilloso restaurante Jaun de Alzate para que yo pudiera formarme y hacerme cocinero. Y cómo ha cambiado mi vida desde ese momento. Yo era el típico chico de barrio con miles de dudas y pocos sueños, y llego el gran Iñaki y me tocó con su barita mágica. Todo empezó a engranarse en mi vida.
La cocina como herramienta de integración social y laboral, justo lo que me pasó a mí hace ya 25 años, y ahora lo comprendo e intento transmitírselo a los chicos. Con la cocina podemos realizarnos, podemos vivir mil aventuras, podemos tener sueños y sobre todo en estos tiempos en los que vivimos, nos podemos ganar la vida.
No os podéis imaginar el cambio que puede suponer en una vida sujetar una simple sartén, y sobre todo que en esa sartén se pueden cocinar muchos sueños, mil aventuras y sobre todo con el paso del tiempo, pasar esa sartén para que los demás construyan sus sueños.
Gracias a CESAL por haberme dado la oportunidad de pasar esas sartenes. Gracias a los chicos de Tetuán por enseñarme cada día. Gracias a vosotros por colaborar en estas aventuras».