¿La web nos hace libres?

Carla Vilallonga

«¿Cuál es el reto que tiene la libertad en el fenómeno llamado web?». Esta es la pregunta que hizo Davide Rondoni, poeta y escritor, en la introducción del debate sobre la función y el uso de las nuevas formas de comunicación que tuvo ayer por la tarde en el Meeting de Rimini. En él participaron Simona Panseri, directora de comunicación y relaciones públicas de Google Italia y Gianni Riotta, columnista en el periódico La Stampa, Foreign Policy y profesor visitante en la universidad de Princeton y en el IMT de Lucca.
«La información conforma el poder y el modo en que se utilizan define a las personas», dijo Pansieri. Se reprodujo un vídeo que muestra la experiencia de Zack, un campesino keniano que consiguió mejorar en el trabajo y que también lo hicieran sus colegas gracias a haber compartido los descubrimientos que él hizo a través de la web.
«Internet me ha cambiado la vida, ahora puedo hacer cosas que antes no podía», explica Pansieri en referencia a algunas experiencias suyas de su día a día. «Ha mejorado el mundo del trabajo y de la economía, dando la posibilidad a las empresas pequeñas de realizar estudios de mercado específicos con la agilización de las importaciones y exportaciones». En aquellos países donde el uso de la web está más difundido hay menor paro juvenil. Por eso es fundamental llevar Internet a los jóvenes y a los jóvenes Internet. Concluyó Pansieri: «Si la web es un instrumento muy potente, utilicémoslo bien, con una gran responsabilidad individual y no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde el social».

«Están aquéllos que sostienen que la web es algo malo, aquéllos que dicen que es algo bueno y aquéllos que, en cambio, la declaran como algo neutro». Así comenzó Gianni Riotta, que siguió: «Yo no estoy de acuerdo con ninguno de ellos». Hoy estamos completamente fascinados por la tecnología y no entendemos que la verdadera revolución ocurre cuando hay comunicación y cambian los contenidos. «Somos nosotros quienes hemos de decidir la suerte de la revolución a través de los nuevos contenidos que creemos. Este es el mayor reto. La web ayudará a la libertad del hombre mediante acuerdos y en cuanto nosotros estemos en situación de alimentar los nuevos medios digitales de valores clásicos, tolerancia, razón, crítica sobre todo hacia nosotros mismos, diálogo y la confrontación». El nuevo sistema de comunicación no consiste en la oposición entre el mundo real y el virtual, sino en la relación con la realidad. La “emergencia hombre” se resuelve partiendo de nosotros mismos y, si no lo hacemos así, no habrá sido por culpa de la web, sino por la nuestra; si, en cambio, lo conseguimos, no habrá sido gracias a la web, sino a nosotros.
«Ay de mí, mi carne está triste, aun habiendo leído todos los libros». Así concluía Rondoni. «Un hombre no está menos triste cuanto más informado está, porque la información no coincide con el conocimiento. Pensamos que la web nos va a resolver todos los problemas, como puede ser el de la soledad, pero en realidad la soledad es una ruta para la amistad y el amor; las redes sociales engañan porque utilizan la palabra amistad para decir cuánto es posible comunicarse y cuánto se puede hacer. Por suerte, la vida escapa a toda red porque tiene un valor inexpugnable por naturaleza, y la web puede ser un instrumento que lo demuestre».