Refugiados sirios en Jordania.

«Jordania está al límite de sus posibilidades»

Il Sussidiario
Pietro Vernizzi

«Jordania se está transformando en la Lampedusa de Oriente medio, con una cifra de inmigrantes sirios, iraquíes y palestinos que supera el de sus propios residentes», afirma el arzobispo de Amman, Maroun Lahham, con motivo del flujo cada vez más masivo de refugiados sirios en el país del rey Hussein. Los refugiados sirios son en este momento el 10 por ciento del total de las personas presentes en Jordania, con una población de casi seis millones de habitantes, pero según el ministro de Exteriores, Nasser Judeh, podrían llegar al 40 por ciento si no se encuentra una vía de salida diplomática a la guerra antes de 2014.

Monseñor Lahham, ¿cuáles serían las consecuencias si se alcanzara ese porcentaje?
En primer lugar, espero que no lleguemos a 2014 sin una solución para el problema sirio, y por tanto que no se llegue a un 40 por ciento de población jordana formado por refugiados sirios. Sin hacer hipótesis sobre un escenario así, existe ya un grave problema político, social, material y moral respecto a la situación de los refugiados sirios. Son sin duda demasiados para Jordania, es una situación que sólo me recuerda a un precedente.

¿Cuál?
Hace un año, siendo aún arzobispo de Túnez, viajé a Lampedusa. Por aquel entonces, sobre cuatro mil residentes italianos, en la isla había cinco millones de refugiados tunecinos. Una situación muy similar a la que encontramos hoy en Jordania. Nuestro país no tiene las infraestructuras necesarias para un número tan elevado de refugiados sitios, además de que ya hay miles y miles de refugiados iraquíes y palestinos. El país está al límite de sus posibilidades, y eso también hace indispensable que se alcance una solución pacífica para poner definitivamente punto final a la guerra en Siria.

¿La identidad nacional jordana corre peligro por el continuo flujo de refugiados sirios?
No creo que este flujo dure mucho más, también porque la cuestión siria no es como la palestina. Su tierra no está ocupada por otro pueblo, sino sacudida por una guerra interna. También por esta razón Rusia y Estados Unidos están ahora tratando seriamente de encontrar una solución a este problema. No creo que los sirios vayan a quedarse para siempre en Jordania, como sucede con los refugiados de otros países.

¿En qué condiciones viven los refugiados sirios en Jordania?
Los refugiados sirios son de dos tipos. Por un lado están los sirios acomodados, que han venido a la ciudad con su propio dinero, han alquilado casas, en algunos casos siguen haciendo su trabajo. Por otro lado están los que viven en campos de acogida, en uno de los cuales se encuentran 180.000 desplazados. Estas personas tienen agua, comida y atención médica, pero en estos campos no hay vida ni trabajo. Se encuentran en medio del desierto, donde la temperatura en verano alcanza los 40 grados y durante el invierno siempre hace frío. La Cáritas jordana hace todo lo posible por ayudarlos, pero el número de refugiados es demasiado elevado para poder atender todas las necesidades. Es por tanto una situación extremadamente difícil para ellos, y también para nosotros.

¿Cuál es el papel de la Iglesia católica en una situación como esta?
La Cáritas jornada ha ayudado ya a 93.000 familias sirias, lo que equivale a unas 360.000 personas. Nos ayudan la Cáritas alemana, italiana, francesa, suiza y polaca. Nosotros distribuimos ayuda procedente de Europa y somos muy apreciados y respetados, porque trabajamos con un espíritu verdaderamente cristiano.

¿Qué papel puede desarrollar Jordania en la situación siria?
Jordania puede tener un papel de mediación humana y política. Debemos tener en cuenta el hecho de que el nuestro es un país pequeño, cuya línea política se sitúa en posiciones filo-occidentales. Pero al tratarse de un país árabe, seguro, abierto a los iraquíes y sirios, en el ámbito humano puede desarrollar un papel fundamental de mediación.