Una emergencia: el hombre

«La consideración del hombre como criatura (…) – nos ha dicho Benedicto XVI en su mensaje autógrafo – implica una referencia esencial a algo diferente o mejor, a Alguien más» que «no sólo no esconde o disminuye, sino que revela en modo luminoso la grandeza y la dignidad suprema del hombre». El Santo Padre nos ha invitado en la apertura del Meeting a purificarnos de «falsos infinitos», de los que el corazón del hombre se llena, para descubrir «la dimensión más verdadera de la existencia humana».
Una gratitud y conmoción que nos ha acompañado a lo largo de estos siete días: 98 encuentros con 271 ponentes, 9 exposiciones, 21 espectáculos, 800.000 visitas de 40 países distintos.
La experiencia de estas jornadas, los hechos sucedidos, el pueblo del Meeting, han mostrado que es posible vivir esta dimensión de la existencia humana, testimoniando que la relación con el infinito, que todo hombre anhela, no es una cuestión espiritual para adeptos al trabajo o personas “pías”, sino un factor esencial para vivir cualquier aspecto de la vida con verdad.
«Nada entonces es banal o insignificante en el camino de la vida y del mundo. El hombre está hecho por un Dios infinito que se ha hecho carne, que ha asumido nuestra humanidad para atraerla hasta las alturas de su ser divino», ha escrito Benedicto XVI. Un infinito se ha hecho carne, presente en todas las circunstancias de la vida: por eso nos interesa todo, por eso nos hemos confrontado con personalidades institucionales y con hombres de otras culturas y religiones, como la compañía libanesa protagonista del espectáculo inaugural; por eso hemos propuesto una lectura nueva de Dostoievski, un modo nuevo de mirar al rock’n’roll, como ha sucedido en dos de las exposiciones más visitadas del Meeting. Además de la exposición “L’imprevedibile istante. Giovani per la crescita”: jóvenes que han contado a miles y miles de personas que es posible no dejarse abatir por las circunstancias, sino renacer y construir en todo momento, redescubriendo la naturaleza profunda del propio yo como deseo inextirpable de bien.
Una vez más, en los espectáculos y en los encuentros dedicados a la literatura y el arte, hemos descubierto que en la «aspiración a la belleza que habita en la profundidad de todo corazón humano», como ha afirmado el artista libanés Ivan Caracalla, es posible encontrarse con cualquiera. A la política le hemos pedido y le pedimos una sola cosa, la libertad, es decir, que no se vea sofocada ni obstaculizada esta necesidad del hombre de vivir a la altura de sus deseos y de construir obras que sean «formas de civilización nuevas» (Juan Pablo II); una civilización nueva como han sido los 4.000 voluntarios (750 durante el pre-Meeting, 3.393 durante el Meeting): rostros, caras, miradas que han mostrado delante de todos que dar la vida por el ideal cumple una plenitud humana. «Es en el encuentro con Jesús donde emerge nuestra verdadera estatura, la estatura del hombre y de su deseo, de esa nostalgia de absoluto que atraviesa las culturas humanas», como ha recordado Javier Prades en el encuentro sobre el lema del Meeting.
Como sucede cada año, muchos han reconocido la riqueza de esta experiencia y su valor como contribución al mundo: «un patrimonio de recursos y energías indispensable», como ha escrito el presidente Giorgio Napolitano en su mensaje. «El Meeting es una escuela», nos ha dicho uno de nuestros invitados, para aprender a ser hombres, para aprender que la experiencia religiosa tiene que ver con toda la vida, para aprender el respeto por la función que tiene el poder de construir el bien común, para aprender a salir del “búnker” de la indiferencia y descubrir que todo, desde la religiosidad a las neurociencias, desde los problemas económicos a las grandes cuestiones democráticas internacionales, tiene que ver con la vida de los hombres.
Este es nuestro camino, este es el camino que queremos seguir recorriendo, testimoniando lo que hemos encontrado y que genera lo que hemos visto estos días.
En la sociedad en que vivimos urge la exigencia de devolver al yo una identidad clara, protagonista en la vida y constructor de historia; por eso el título de la XXXIV edición del Meeting para la amistad entre los pueblos, que tendrá lugar del 18 al 24 de agosto de 2013, será: “Una emergencia: el hombre”.
Rimini, 25 de agosto de 2012