Lupi con el arzobispo Kaigama.

«Los primeros europeos que ayudan a mi pueblo»

Redacción

«Esta es la primera manifestación de gran solidaridad con mi pueblo por parte europea». Con estas palabras, Ignatius Kaigama, arzobispo de Jos y presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana, acogió el llamamiento en defensa de los cristianos en Nigeria. Jos es una de las ciudades nigerianas que en los últimos meses ha sufrido más ataques por parte de los fundamentalistas de Boko Haram. El arzobispo ha visitado Italia, donde se ha reunido con Maurizio Lupi, vicepresidente de la Cámara de diputados, y otros parlamentarios de la UDC, el PD, la Liga y el PdL, que han firmado el llamamiento.
Estaba acompañado por el vicegobernador del estado nigeriano de Plateau, Ignatius Longjan; por Pauline Tallen, precedesor del anterior; y John Clark Dabwan, presidente del parlamento de Plateau, además de otras personalidades eclesiásticas, entre ellas son Caterina Dolci, misionera italiana que lleva veintisiete años en Nigeria. Una delegación importante, a la que se ha hecho entrega del texto firmado por más de 30.000 personas y 300 parlamentarios, además de una moción unitaria aprobada por el Parlamento italiano.
Todos los partidos apoyaron la propuesta de Renato Farina para animar al gobierno italiano a intervenir en todas las sedes internacionales posibles en defensa de la libertad religiosa y de los cristianos perseguidos. «Haremos todo lo posible para que las organizaciones internacionales, empezando por la Unión Europea y las Naciones Unidas, intervengan, y para que no estéis solos» explicó Lupi, mientras la delegación nigeriana quiso recordar que la violencia y la ideología de los terroristas de Boko Haram no se corresponde en absoluto con la tradición de convivencia que siempre ha prevalecido en Nigeria en las relaciones entre cristianos y musulmanes.
Lupi renovó su «voluntad de defender concretamente la libertad religiosa allí donde se vea amenazada, pues sabemos que el terrorismo y la intolerancia pueden fácilmente ser transportados fuera de África».
Y propuso la visita de una delegación del Parlamento italiano a Nigeria para apoyar a las comunidades víctimas de los atentados, y para conocer de cerca la situación. Una propuesta que fue muy bien recibida por el
arzobispo: «Aunque sólo durara una hora, una visita vuestra sería importantísima para que los cristianos nigerianos no se sintieran abandonados».