Es el cristianismo. Sencillo

Il Sussidiario
Antonio Quaglio

“Christianity is easy”. Con esta sorprendente afirmación, Julián Carrón desafía sin miedo cualquier insidia lingüística o cultural. Easy no es sinónimo de “fácil”, “leve”, “relajado”: significa que el cristianismo es “inmediato”, “directo”, “razonable”, “auténtico”. La platea del New York Encounter, en todo caso, lo entiende “fácilmente”. Mientras habla el presidente de la Fraternidad de CL, las pantallas del Manhattan Congress Center proyectan amplios pasajes de Los orígenes de la pretensión cristiana. Para su intervención en el tradicional meeting invernal promovido por Crossroads y por las comunidades norteamericanas de la Fraternidad, Carrón ha elegido un tono y un contenido que no se desvía ni un milímetro de la Escuela de comunidad. Se presenta así uno de los textos fundamentales de don Giussani: basta leerlo con atención, con afecto, con la capacidad de aprender. “It’s easy”.
La primera diapositiva dice: “A challenge for Us today”. No es difícil entenderlo: releer a Giussani en Nueva York, en enero de 2012, permite proponer tal cual la famosa frase escrita por Dostoievski en la segunda mitad del siglo XIX y recuperada por don Giussani un siglo más tarde. “¿Puede un europeo de nuestros días creer en Jesucristo?”. ¿Puede un norteamericano creer en Jesucristo en el siglo XXI? ¿Cómo puede descubrir cada día que el cristianismo es el camino más “fácil” (más “riguroso”, más “verdadero”) para verificar su humanidad? Esta es la cuestión (no quién ganará las elecciones de noviembre o si Europa y América están al borde de la guerra financiera). Si la fe pierde la savia de su “sentido religioso”, si el cristianismo deja de ser acontecimiento y encuentro, si el anuncio ya no toca lo más profundo del yo, entonces todo se hace “uneasy”. Entonces el hombre -recuerda Carrón citando a Mario Vittorino- desperdicia la más "fácil" de las ocasiones: “Descubrirse a uno mismo como hombre después de haber encontrado a Cristo”.
La irreductibilidad del hombre cristiano es otra de las verdades “sencillas” que Carrón ha querido recordar en este Encounter, trazando los rasgos de una experiencia que se ha desarrollado durante tres días con una intensa sencillez. Como la de Kristof Zanussi, que para decir que su amigo el Papa Wojtyla ha sido un auténtico santo, habla del gran artista que era en el teatro. Como la sencillez del arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, que al terminar la misa pidió: “Rezad por el próximo Congreso Eucarístico internacional en Dublín, la Iglesia irlandesa está afrontando graves dificultades, me llevo a casa el afecto de CL”. No es difícil llevar el Meeting a América: es cada vez más sencillo.