Libertad religiosa, libertad de búsqueda de la Verdad

El XIII Congreso organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación CEU San Pablo se ha centrado en “Libertad religiosa y Nueva Evangelización”.
Francisco Peláez

D´Agostino, Profesor de Filosofía del Derecho y Presidente de la Unión de Juristas católicos italianos, fue presentado por José María Álvarez del Manzano, que en su introducción, tras un repaso histórico a la cuestión de la libertad religiosa y sus pilares jurídicos (Declaración Universal de los Derechos Humanos, Constitución Española, Ley Orgánica, Tratados Internacionales y Acuerdos diversos), señaló los principales aspectos problemáticos de la interreligiosidad y su posible solución a través del diálogo, el reconocimiento del otro y la tolerancia recíproca.
En el marco de un breve resumen histórico, D´Agostino señaló como el problema de la relación entre “Libertad religiosa, dignidad humana, derechos humanos” surge a partir del monoteísmo del pueblo judío que admite un solo y verdadero Dios, frente a la multiplicidad de dioses de todas las demás culturas y religiones (Asiria, Egipto, Roma…). El cristianismo hizo más necesario abordar esta relación con su pretensión de religión única y verdadera: “Sólo hay un Dios, Jesucristo, cuyos apóstoles son enviados a evangelizar el mundo entero”.
El pensamiento moderno, recogido en el Documento del Concilio Vaticano II Dignitatis Humanae señala que el derecho de la libertad religiosa proviene de la misma naturaleza humana. No es algo añadido al hombre. El hombre es libertad y, por tanto, el derecho a la libertad tiene un fundamento iusnaturalista. Según D´Agostino, el núcleo de la cuestión es si la libertad religiosa coincide con la libertad en la búsqueda de la verdad, del Dios verdadero. De ser así, entonces la libertad religiosa se convierte en un deber del hombre.
El don de la fe es un don que el hombre recibe y por ello el cristiano siente el deber de comunicarlo a los demás, responde por amor al bien que ha recibido. El cristiano defiende que la libertad religiosa es un derecho de cada hombre que busca sinceramente la Verdad.
A continuación, en el coloquio, fueron muy sugerentes dos alusiones: la primera a la pedagogía de la “búsqueda de la Verdad” en la estima y el respeto a los hombres agnósticos de nuestro tiempo y, en segundo lugar, el derecho de reciprocidad en orden a la libertad religiosa entre los países del Occidente cristiano y los países islámicos.