Aleksandra, Elena, Viktor… Serían unos quince el domingo a las puertas de la catedral de Moscú y de la iglesia de San Luís de los Franceses. Para vender Sled, la edición rusa de Huellas y distribuir un panfleto con algunos fragmentos de los discursos del Papa en Alemania. Un pequeño hecho en una capital de dieciséis millones de personas, pero significativo para la comunidad: “Hemos puesto en juego nuestra libertad con quienes nos encontrábamos” explica Jean que dirige en Moscú la “Biblioteca del Espíritu”. “De esta forma hemos tenido que explicar las razones de nuestro afecto por el Papa y de la importancia que estos textos tienen para nosotros”.
¿Qué es lo que ha llevado a este grupo de amigos a hacer 1500 copias del panfleto y a pasar el domingo en la puerta de las dos únicas iglesias católicas que hay en la ciudad? “Cuando leímos las palabras del Papa se despertó en nosotros el deseo de compartir su belleza”, nos cuenta Jean. También gracias a la provocación que unas semanas antes les había lanzado Sergej Capnin, director de la Revista del Patriarcado Ortodoxo de Moscú: “Aquí en Rusia nadie sabe nada de los viajes del Benedicto XVI. Habría que encontrar el modo de hablar de ellos”. Una sugerencia aún más valiosa vista su proveniencia: «Y este amigo ortodoxo añadió: “la cuestión no es oponer una ideología a otra, sino contar la verdad”», continúa Jean. «Lo comentamos en una cena y nos preguntamos ¿Por qué no?».
De esto nacieron una serie de frutos. Padre Petr, sacerdote ortodoxo y amigo de la comunidad, ha colgado incluso el panfleto en su cuenta de Facebook. Para compartir las palabras del Papa con sus contactos que las han acogido con mucho interés. Un feligrés con el que Jeanse encontró en el atrio de la iglesia le dijo : “A través de Huellas le habéis propuesto a todos con humildad el tesoro de la Iglesia”. Un sacerdote a la salida pidió un paquete de panfletos: “Quiero distribuirlos en mi parroquia”. Y Nikolaj, responsable de un movimiento ortodoxo que al día siguiente tenía que intervenir en la Biblioteca del Espíritu, empezó el encuentro exhibiendo el panfleto que acababa de conocer: «Mirad lo que dice el Papa: “No serán las tácticas las que nos salven, sino una fe pensada y vivida de un modo nuevo”. Este es el motivo por el que estamos hoy aquí».
Pero el fruto mayor es el descubrimiento que han realizado nuestros amigos de la comunidad: “Dios actúa de un modo misterioso” nos dice Jean, “pero nosotros tenemos que darle la posibilidad de manifestarse. Sin guardarnos para nosotros el tesoro que hemos recibido”.