¿Con qué coraje se empieza?

En la Universidad Politécnica la acogida de los nuevos alumnos ha comenzado con un panfleto: "Comienza la universidad. ¿Tú qué deseas?"

"Empieza la universidad". Esta ha sido el lema de la fiesta de inicio de curso académico organizada en la Universidad Politécnica de Turín por nuestras listas de representación. Leyendo los periódicos u oyendo a los estudiantes mayores y a no pocos profesores se podía ver que para muchos estudiantes de primero, el comienzo de la universidad era como entrar en un túnel, quién sabe con qué perspectivas: protestas, crisis del trabajo... ¿Con qué coraje empezar? Después, en el centro de matriculación, el encuentro con muchos de nosotros del Clu. El panfleto que distribuíamos era un verdadero desafío: "Comienza la universidad. ¿Tú qué deseas?". Una invitación a no contentarse, a no reducir el deseo de felicidad que quien empieza lleva consigo y a ponerlo en juego para que marque el propio camino, pero no sólo universitario.
Esto no se consigue solo: únicamente es posible en una amistad. De esta forma prosiguió el mes de acogida de los alumnos de primero, entre el "tour por las facultades" (visitas guiadas para conocer los locales y el funcionamiento de la universidad), encuentros con profesores y diferentes formas de ayuda respecto al plan pedagógico. Hasta la fiesta final en la Politécnica.

Por la tarde un encuentro con dos profesores para relanzar la provocación del panfleto: "La universidad es un lugar de crecimiento de la propia persona", nos dijo Bernardino Chiaia, de la Universidad Politécnica de Turín. "El lugar donde formar hombres curiosos y locos, es decir, no convencionales". Y Alessandro Vato, de la Universidad de Génova: "El conocimiento necesita de un "yo", con todos sus deseos, y de la realidad. Por tanto, siempre tiene que ver con el afecto, con el amor". A continuación una barbacoa y un concierto: desde el folk irlandés al americano, desde la samba brasileña a los cantos españoles y napolitanos, desde Giovanotti a Elisa. Cómputo final: participan 1.998 universitarios. Un número enorme si se piensa que Turín la comunidad del Clu no supera las doscientas personas.
Y sin embargo más allá de los números lo que más nos ha impresionado son los rostros, las sonrisas y el agradecimiento de los que estaban allí. Que nunca habrían imaginado iniciar la universidad así, oyendo decir al micrófono al final a Stefano, un estudiante de filosofía: "Es posible vivir todos los días en el estudio la belleza que hemos visto esta noche ". "Por tanto, no nos perdamos de vista, empecemos juntos". Nos ha provocado especialmente ver estudiantes de cualquier edad, facultad y nacionalidad -había muchos chinos, africanos y sudamericanos- cantar y bailar todo el tiempo. Para después venir a preguntarnos: "¿Por qué hacéis todo esto? ¿Quiénes sois?". Y la respuesta no podía darse por descontada, no dejaba de ardernos dentro. Especialmente después de una noche en la que era tan claro que lo que nos ha fascinado en el movimiento, es decir, el abrazo de Jesús por cada uno de nosotros, hace nuevas todas las cosas y es verdaderamente para todo el mundo, sin excluir a nadie.

Emmanuele, Turín