Construir una familia, una bonita empresa

La ciudad véneta lanza un reto: “La experiencia de la familia, algo bello por reconquistar”. Es el tema de un encuentro en el Palacio de Congresos veronés con Julián Carrón. Los protagonistas no son los “valores” sino la intensidad del matrimonio.
Stefano Filippi

Se celebró el miércoles por la tarde en Verona, en una de las salas más grandes del Palacio de Congresos veronés. “La experiencia de la familia, algo bello por reconquistar” era el título del encuentro. Entre los relatores se encontraba Julián Carrón. Nada de análisis sociológico, tampoco un simple impulso de los “valores”, sino una preocupación antropológica. Carrón lo dijo ya en 2006 en Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias: “La crisis de la familia es una consecuencia de la crisis antropológica en la que nos encontramos. Los esposos, de hecho, son dos sujetos humanos, un yo y un tú, un hombre y una mujer que deciden caminar juntos hacia el destino, hacia la felicidad. Cómo plantean su relación, cómo la conciben depende de la imagen que cada uno tiene de su propia vida, de la realización de sí mismos. Esto implica una concepción del hombre y de su misterio. Por eso lo primero que se puede ofrecer a cuantos se quieren unir en matrimonio es ayuda para tomar conciencia del misterio de su ser hombres. Sólo de esta forma podrán afrontar adecuadamente su relación sin esperar de ella algo que, por su naturaleza, ninguno de ellos puede darle al otro”.
En mayo se desarrollará en Milán el VII Encuentro Mundial de las Familias y la cita de Verona constituye una etapa en el camino. Ésta nace en el ámbito del “Family Happening”, un evento cuya séptima edición se celebró el pasado septiembre: participaron, entre otros, el Subsecretario a la Presidencia del Consejo Carlo Giovanardi, la profesora Lia Sanicola, el presidente del Foro de la Familia italiano, Francesco Belletti y Silvio Cattarina, fundador de la comunidad “El imprevisto” de Pésaro. Dos días de encuentros, juegos, talleres didácticos y actividades deportivas que reúnen a decenas de asociaciones educativas vénetas y que han conquistado la atención de las instituciones: el happening se desarrolla en el corazón de la ciudad, a dos pasos de Castelvecchio , en colaboración con el Municipio.
Entre los patrocinadores figuran las mayores realidades financieras veronesas: Banco Popular, Fundación Cariverona, Cattolica Assicurazioni. Dos empresas que cotizan en Bolsa y el principal accionista privado de Unicredit. Partió de ellos la idea de invitar a Julián Carrón. “Desde hace tiempo seguimos con interés el evento del Family Happening” ha explicado a Sussidiario.net Carlo Fratta Pasini, presidente del Consejo de Supervisión del Banco Popular, que trasmitió el saludo de las tres entidades financieras a la platea en la que estaban presentes el alcalde Tosi, el obispo Zenti y las autoridades municipales. “Pensamos que no podíamos imaginar una iniciativa mejor que reflexionar sobre el valor y la belleza de la familia, confiando la guía al padre espiritual de una comunidad de familias y de una compañía de iniciativas que constituyen una presencia significativa y viva en la realidad veronesa y, más en general, en todo el noroeste de Italia”.
No es extraño que sean los bancos y las aseguradoras, los reyes de los negocios financieros los que quieren hablar del núcleo que constituye la sociedad, del lugar de la educación y el crecimiento, de la base de la construcción del bienestar de toda la comunidad civil y de la trasmisión del valor del trabajo, la laboriosidad, la capacidad de emprender y de ahorro, que son el entramado de un tejido económico y social que valora al hombre completo. “El título del encuentro sorprende” añade Fratta Pasini “porque sustituye la acostumbrada referencia al valor o a los valores de la familia con la referencia a su belleza e indica un modelo alto, donde las relaciones familiares pueden ser vividas con intensidad, plenitud y armonía. Relaciones gratuitas, bien común, capacidad de renuncia para construir un futuro mejor, solidaridad, papel adecuado del mérito y la necesidad, horizonte a largo plazo, superación de los conflictos generacionales: todo lo que es propio de la familia parece que es lo que falta y lo que necesita nuestra comunidad política y social. El nuestro es un país de viejos, con políticos empeñados en construir un país viejo y para viejos. Las políticas familiares no están simplemente excluidas de las políticas generales sino que quedan lejos, casi en las antípodas. Por tanto debemos comenzar de nuevo por la familia sin olvidar que como nos enseñó Jesús, la relación familiar es también un modelo de la relación con el Padre”.