Universidad Católica de Eichstätt.

Los pilares de la sociedad

Tres semanas de curso con grandes profesores y estudiantes de todo el mundo. En la Universidad Católica de Eichstätt, se ha celebrado el International Summer Academy, dedicado a los derechos humanos y a la persona. Se abre un camino...
Maria Maddalena Giungi

«Por su propia naturaleza, todos los carismas, según su identidad específica, están abiertos al reconocimiento de los demás», nos enseñó don Giussani. Esta tensión ha sido la característica del International Summer Academy celebrado este verano en la Universidad Católica de Eichstätt, con el título “Derechos humanos y ley natural en una perspectiva intercultural y filosófica”. Ha sido una ocasión de trabajo intercultural de alto nivel sobre algunos conceptos filosóficos esenciales sobre los que se discute mucho actualmente en el ámbito de los derechos humanos. Ha sido organizado por el Departamento de Filosofía y dirigido por el profesor Walter Schweidler, en colaboración con la Oficina de Relaciones Internacionales que coordina Martin Groos. Una cita que ha congregado a estudiantes y doctorandos de todo el mundo: India, Italia, Ucrania, Pakistán, Filipinas, Estados Unidos, China, Brasil... que han tenido aquí la oportunidad de trabajar con profesores como Robert Spaemann, Rémi Brague, Walter Schweidler, Manfred Brocker, Lorenza Violini y Marta Cartabia. En un clima en el que la identidad de cada uno, en vez de ser una dificultad, ha supuesto una ocasión para enriquecer y dinamizar el trabajo.
El debate político en cuestiones de justicia, humanidad y solidaridad internacional se intensificó especialmente al abordar las diferentes interpretaciones y significados que se dan a los derechos humanos. En palabras de Schweidler, «el concepto de derechos humanos tiene su origen en la filosofía clásica, en la distinción entre las leyes impuestas por el Estado y la idea de una ley suprema ante la cual toda ley positiva debe encontrar justificación». Según esta interpretación, la ley que todo gobierno debería abrazar y hacer efectiva es la que viene definida como “Ley Natural”. Un concepto que no debe quedar tan sólo como una de las claves o pilares de la civilización occidental, sino que ha caracterizado continuamente el desarrollo del ordenamiento internacional en cuanto tal.
Como dijo Benedicto XVI en el Congreso sobre ley natural promovido por la Pontificia Universidad Lateranense en 2007, «siendo fundamental su importancia para nuestras sociedades, para la vida humana, es necesario que se vuelva a proponer de nuevo de forma comprensible en el contexto actual este concepto: el hecho, es decir, que el ser mismo lleva en sí un mensaje moral y una indicación para los caminos del derecho».
Esta interpretación parece encontrar fundamento en el hecho de que todo el debate sobre el universalismo cultural y el pluralismo en las sociedades modernas de hoy ha recuperado el concepto de “Ley Natural”, que aparece como el único punto de partida y requisito previo para poder explorar las diversas perspectivas culturales a través de las cuales el concepto de los derechos humanos puede ser analizado en el mundo contemporáneo.
A partir de estas sugerencias, el trabajo ha consistido en replantear el significado de los derechos humanos a partir del redescubrimiento de la idea del derecho natural y de la persona. Gracias a la contribución de todos los profesores se ha abierto una importante posibilidad de renovación cultural a nivel internacional. Porque, como dijo Nikolaus Lobkowicz, director del Instituto Zimos para el Estudio de Europa Central y del Este, «una buena universidad no sólo transmite el saber, sino también las posiciones, virtudes y convicciones relevantes para la existencia».