El Meeting de Rimini en Naciones Unidas

Tras las destacadas presentaciones de los últimos años en varios lugares del mundo, como el Parlamento Europeo en Bruselas, la UNESCO en París, la Embajada de Italia en Washington, Madrid, Sao Paulo, Río de Janeiro y Salvador de Bahía, el Meeting llega ahora a la institución más importante del mundo.
El 19 de mayo, en el Palacio de Vetro en Nueva York, por primera vez el Meeting de Rimini se presentará en las Naciones Unidas como ejemplo de una obra que favorece a nivel internacional el diálogo y la amistad entre los pueblos.
El evento se ha organizado en colaboración con la Representante Permanente de Italia y contará con la participación del embajador, Cesare Maria Ragaglini; la presidenta del Meeting, Emilia Guarnieri; el profesor de la New York University Joseph Weiler, jurista judío de fama internacional, que recientemente ejerció la defensa de los llamados terceros países en el juicio contra crucifijo del Tribunal de Estrasburgo; y el profesor Wael Farouq, musulmán, profesor en El Cairo y fundador del Meeting Cairo, en el que trabajaron gratuitamente el pasado mes de octubre ciento cincuenta voluntarios cristianos y musulmanes, y que recientemente participó en la revolución de la plaza Tahrir. Dos invitados de excepción, que en los últimos años también han participado en el Meeting de Rimini, ofreciendo su contribución y testimonio de una posibilidad real de diálogo y amistad entre culturas diferentes.
A este encuentro están invitados todos los representantes permanentes y observadores de los estados acreditados en la ONU, así como los altos cargos y funcionarios de la organización, y las personalidades del ámbito cultural americano que han participado en Rimini en los últimos años.
El Meeting mostrará a los representantes de todo el mundo el testimonio real y vivo de un lugar en el que es posible un diálogo entre los hombres y entre los pueblos, donde la libertad de cada hombre puede expresarse y la identidad del otro no es un obstáculo para el diálogo, sino el punto de partida para una amistad verdadera, con la seguridad de que lugares así, de amistad entre los hombres, pueden ser el inicio de la construcción de la paz, la convivencia y el bien común.