Shahbaz Bhatti, el recuerdo de un amigo

Oasis
Mons. Dino Pistolato

Le conocí en 2005, tras el terremoto que azotó la zona de Islamabad. Como presidente de la asociación APMA (All Pakistan Minorities Alliance), estaba completamente dedicado a la defensa de las comunidades marginadas y de las minorías religiosas de Pakistán.
Maestro en una escuela primaria, había hecho de su vida un ofrecimiento para los pobres y para aquellos que están perseguidos a causa de su fe. Recuerdo con impresión una respuesta que me dio cuando le pregunté por qué no se hacía sacerdote. Respondió que él quería estar en medio de la gente en contacto directo con las personas y las dificultades, cosa que a menudo los sacerdotes no pueden hacer en su país.
Tenía una profunda y lúcida fe y la conciencia de una muerte próxima. Esto me lo ha confirmado un correo electrónico reciente, donde me hablaba sobre su lucha incansable contra la actual ley de la blasfemia, sobre las reiteradas amenazas que recibía y sobre la falta de apoyo por parte de su partido político.
Me consuela el pensar que haya podido ver realizado el deseo de su vida, encontrarse con el Papa, evento que aconteció el año pasado. He conocido a un testigo de la fe, he tenido la gracia de conocer a un mártir.