“Trabajamos gratis porque hay algo que nos fascina”

Roberto de la Cruz

Un centenar de voluntarios del EncuentroMadrid se dieron cita el sábado 12 de febrero para participar en una asamblea con Emilia Guarnieri, presidenta del Meeting de Rimini. "Hemos invitado a Emilia porque su vida es inseparable de su obra. Para nosotros, que siempre hemos concebido el EM como un hermano menor del Meeting, invitarla a esta asamblea responde al deseo de que nos acompañe", explicó Rafael Gerez, presidente del EM. A continuación, dio comienzo a la asamblea con una breve explicación del lema de este año: "Inteligencia de la fe, inteligencia de la realidad". Una cita tomada del discurso de Benedicto XVI al Pontificio Consejo para los laicos y particularmente pertinente en la situación actual española. Como afirma el manifiesto del EM, "creemos que ésta es la hora de mostrar, dentro de las circunstancias reales y en diálogo abierto con todos, la plenitud de vida -razón, belleza y libertad- que genera el cristianismo".
En la asamblea, Emilia subrayó que cualquier trabajo gratuito tiene su origen en algo previo. "Cualquier obra que emprendamos, el EM o el Meeting, nace porque unas determinadas personas se han conmovido antes por algo que les interesa y les lleva a ponerse en marcha. Personas que comparten el mismo ímpetu. Un ímpetu que les une. Las ganas de construir no nos las damos a nosotros mismos, sino que es algo que recibimos; nos lo encontramos dentro, pero no lo hacemos nosotros, nos es dado".
Al explicar la raíz de la amistad que sostiene el Meeting de Rimini o el EncuentroMadrid, Emilia afirmó que hace falta que en el origen haya un punto de unidad. Un punto del que uno no puede prescindir. "Nosotros decimos que damos la vida por Cristo. Ahora bien, ¿cómo puedo estar segura de que Cristo me está pidiendo que haga este trabajo concreto? Si Cristo no es algo tan concreto como una amistad operativa entre personas que trabajan juntas, es imposible el trabajo gratuito, tanto en el EM como en el Meeting. Si no hay una experiencia de amistad, al final prevalecen los problemas. Es imprescindible un punto de unidad en el origen. Puede ser un punto de unidad muy dramático, pero tiene que existir un punto del que uno sabe que no puede prescindir. ¿A qué obedezco yo? ¡Cuántas veces me habré hecho esta pregunta! Uno sólo puede obedecer a la realidad que existe, a la unidad que hay. Y entonces, cuando surge una dificultad, pide".
Porque el trabajo siempre cansa, y así lo subrayó la presidenta del Meeting cuando se refirió a la labor de los voluntarios en el EncuentroMadrid. Pero también subrayó la diferencia que se introduce cuando el trabajo tiene un significado. "En lo que tenéis que hacer como voluntarios del EncuentroMadrid la fatiga llegará siempre, es inevitable, igual que en cualquier circunstancia de la vida. Trabajar cansa siempre, pero es bello porque sin trabajar no se puede hacer nada en la vida. Ésta es la premisa". Una premisa que cambia las relaciones entre los que trabajan juntos: "si yo le pido a alguien que haga algo para mí, será un peso. Pero si le pido a alguien que haga algo porque será la ocasión de que podamos seguir juntos algo bello que sucede, la cosa cambia mucho".
La belleza se convierte así en el punto de partida, y en el de llegada. "Lo que mueve a los hombres es la belleza. Hacemos lo que hacemos para mostrar a todos esta belleza. Cada uno de nosotros se mueve por la belleza. Por la belleza con que otro se pone a trabajar, yo también quiero trabajar como voluntario, como él. Siempre hay una persona o momentos de personas a los que poder mirar. Siempre hay alguien que tiene un acento de verdad que puedes seguir. Sólo nos movemos por una belleza, no por el sacrificio ni por una organización, sino porque hay algo que nos fascina". Es lo que permite que el sacrificio del trabajo gratuito sea bello, que tenga un "beneficio humano".
Emilia explicó que ha tenido que compatibilizar dos trabajos desde que comenzó el Meeting de Rimini: la presidencia del evento y su labor como profesora, lo que ha supuesto "una aventura común" que comparte con su marido. La presidenta del Meeting explicó que nunca pensaría que conocería tantas personas y experiencias como las que le ha deparado el Meeting. Sin embargo, según señaló, no basta la apertura de horizonte que esto supone. "Soy lo que soy porque puedo vivirlo todo como vocación, porque todo en la vida puede ser vocación, es decir, respuesta a Cristo presente".