Wael Farouq: “La Iglesia es parte de nuestro pueblo”

Il Sussidiario
Paolo Vites

Los grupos extremistas han declarado que están preparados para golpear de nuevo a los coptos. Todos los países del mundo donde hay comunidades coptas están en alerta máxima, incluido Egipto. Pero lo que más impacto ha causado han sido las declaraciones del gran imán de Al Azhar, Ahmed Al Tayyeb, que ha invitado al Papa a ser más cauto.
El imán teme, según ha declarado en una entrevista al Corriere, “que las palabras de Benedicto XVI puedan generar una reacción política negativa en Oriente en general, y en Egipto en particular”. Una entrevista que llega tres días después, como una aclaración tras las graves palabras que el imán pronunció como respuesta al Angelus de Benedicto XVI del 2 de enero.
“Frente a esta estrategia de violencia que tiene en el punto de mira a los cristianos –había dicho Benedicto XVI en el Angelus-, y cuyas consecuencias alcanzan a la población, pido por las víctimas y por sus familiares, y animo a las comunidades eclesiales a perseverar en la fe y en el testimonio de no violencia que nos llega del Evangelio. Pienso también en los numerosos obreros pastorales asesinados en 2010 en varias partes del mundo…”. Estas palabras del Papa han sido consideradas como “una injerencia, una intervención inaceptable en los asuntos de Egipto”, afirmaba el imán. “Es una visión desequilibrada sobre los musulmanes y cristianos que corren el riesgo de morir asesinados en cualquier parte del mundo. ¿Por qué no pidió la protección de los musulmanes cuando eran masacrados en Iraq?”. Palabras que han causado sorpresa en los ámbitos vaticanos, al considerar que el mensaje del Papa se basaba en pedir el derecho a la libertad religiosa y la oración por los hermanos cristianos.
Wael Farouq, profesor en la Universidad americana de El Cairo, comparte completamente el llamamiento del Santo Padre a la libertad religiosa.

¿Qué situación se vive hoy en Egipto, después de la tensión de los días pasados?
Ahora las cosas empiezan a mejorar. Gracias a Dios, en los últimos días miles de cristianos y musulmanes han salido a la calle para condenar y rechazar los sucesos de la noche de año nuevo en Alejandría. Es un gran signo de esperanza.

En su opinión, ¿quién es el principal responsable?
El principal responsable de todo lo que ha sucedido en Alejandría y de lo que está sucediendo en Egipto es el Gobierno egipcio. Los cristianos han salido a la calle para gritar su rabia contra el Gobierno, no contra los islámicos. Los cristianos están molestos porque el Gobierno, la burocracia del Gobierno egipcio, no les protege, no acepta sus reivindicaciones.

¿No cree entonces que hay una estrategia internacional para atacar a los cristianos que viven en países de mayoría islámica?
Yo no puedo hablar de lo que sucede en otros países, sólo puedo hablar de lo que sucede en Egipto. Y lo que yo puedo decir es que la mayoría de los musulmanes egipcios no son capaces ni siquiera de imaginar un Egipto sin cristianos. Si miras en internet, por ejemplo en Facebook, verás que existe un movimiento con miles de adhesiones musulmanas que declara su solidaridad y su afecto hacia los cristianos. Estos musulmanes han declarado que están dispuestos a defender con sus propios cuerpos las iglesias cristianas en Egipto.

Entonces, ¿cómo se explica lo que ha sucedido?
Ciertamente, hoy en Egipto se da una contradicción en acto, una contradicción que se ha venido formando durante los últimos años. Una contradicción que se ha podido manifestar en sus consecuencias más negativas gracias al Gobierno: ha sido el Gobierno el que ha permitido a los fanáticos envenenar a la sociedad con sus ideas extremistas. Los mártires que ha habido en Alejandría, mártires de la fe, no han sido asesinados por ataques suicidas. Han sido asesinados por las palabras de estos fanáticos, que del mismo modo que atacan a los cristianos, intentan también atacar a los musulmanes liberales moderados. También nosotros, liberales moderados, tenemos nuestra responsabilidad, nosotros también hemos permitido a estos fanáticos ir a la televisión para envenenar las ideas de la gente.

¿En qué consiste, concretamente, la “contradicción” a la que se refiere?
Me refiero a que el enfrentamiento entre las religiones en Egipto tiene dos caras. Mientras se enfrentan dos comunidades, los individuos, entre ellos, siguen viviendo en unidad y fraternidad. En pocas palabras: la relación entre las comunidades es mala, pero la relación entre los individuos es buena. Y esto es lo que evitará que Egipto termine convirtiéndose en otro Líbano o en otro Iraq: la presencia de miles de musulmanes dispuestos a defender a los cristianos de los ataques terroristas. Es lo que hemos podido ver en el Meeting de El Cairo: cristianos y musulmanes han trabajado juntos para crear algo por amor y amistad, para crear un espacio de diálogo entre ellos.

A propósito del Meeting de El Cairo, ¿qué desafíos ha planteado a la sociedad egipcia?
El Meeting de El Cairo ha sido un gran evento de esperanza que representa una absoluta novedad en Egipto. Algo como el Meeting es lo que permite hoy a este país tener esperanza. Gracias a él, se ha demostrado que es posible crear un espacio libre de encuentro. Ya no es una utopía, es una realidad. Esto es lo que nos puede liberar de los estereotipos que invaden nuestra sociedad, de la ignorancia que alimenta el fanatismo. Un momento de importancia excepcional fue el testimonio de Abdel Fattah Hasan, miembro de los Hermanos Musulmanes, que en estos días ha declarado en una entrevista que está dispuesto a ir en persona a defender las iglesias cristianas en Egipto. Si puede suceder algo así, es gracias al Meeting de El Cairo. Es la demostración de que se puede trabajar y cambiar juntos.

En su mensaje por la paz, Benedicto XVI ha dicho: “La libertad religiosa, como toda libertad, aunque proviene de la esfera personal, se realiza en la relación con los demás. Una libertad sin relación no es una libertad completa”. ¿Qué piensa usted, como musulmán?
Suscribo todo lo que ha dicho el Santo Padre. Si no vives en un ambiente de libertad religiosa no estás en condiciones de vivir, no estás en presencia de la verdad, no eres tomado en consideración según tu verdadera naturaleza. Hay un refrán en nuestra tradición islámica que dice: Dios creó a la gente diferente para que se pudieran encontrar. Somos diferentes en el color, en la raza, en la religión. Pero Dios nos hizo así porque la diferencia es el rostro del conocimiento, y debe haber una razón para el hecho de que los opuestos se encuentren. Yo no podría vivir igual si no hubiera cristianos en Egipto. Como musulmanes, estamos orgullosos de ellos, orgullosos del papel de la Iglesia en la historia de nuestro país.