Doscientos voluntarios en el Meeting de la belleza

Benedetto Grava

Más de 200 voluntarios, casi todos estudiantes de la Universidad Americana de El Cairo y de la Cairo University musulmana. Además de profesionales, un canal de televisión, una delegación de periodistas... todos se dieron cita en la Universidad Modern Academy para escuchar la presentación de la vicepresidenta del Tribunal Constitucional epigpio, Tahani El Jebali, y las palabras del juez Hossam Mekkawy. El Meeting de El Cairo trata de llevar la experiencia de Rimini a la capital de Egipto. Se celebrará los días 28 y 29 de octrubre en lugares emblemáticos para la historia de este país, como son la sala de la Universidad de El Cairo, donde Obama pronunció su famoso discurso al mundo islámico, la Opera House y la ciudad de Saladino. El lema del Meeting será “La belleza, espacio para el diálogo”. Encuentros, espectáculos y una exposición para testimoniar cómo el estupor por la belleza de la realidad puede convertirse en ocasión para el encuentro con el otro.
Todo comenzó después del Meeting de Rimini de 2009. En una conversación de algunos juristas y magistrados egipcios con Ambrogio Pisoni, el único católico del grupo, surgió la idea de llevar el Meeting a Egipto. Pero no fue fácil. “Nos pusimos en contacto con amigos, intelectuales y periodistas”, cuenta Wael Farouq, profesor de Lengua Árabe en la Universidad Americana de El Cairo. “Nos decían que hacer algo así era imposible”. Así que al principio pensaron que lo mejor era alquilar una sala para un centenar de personas. Luego la comunidad de CL de Alejandría decidió participar y después se unieron varias comunidades coptas de todo el país. También se implicaron intelectuales, actores y periodistas, hasta llegar a más de 3.000 personas, entre ellas cuatro representantes del Gobierno, como el ministro de Cultura, Farouq Hosni, que presidirá la cena inaugural del día 28, junto a Hosam Kamil, rector de la Cairo University, y Tahani Al Jebali.
¿Qué es lo que ha atraído a tanta gente? “Queremos proponer una nueva idea de diálogo, que valore las diferencias entre las personas”, explica Farouq. Porque el Meeting de Rimini le ha enseñado que la base del diálogo está en la diferencia. “Allí he visto a una comunidad que anima a cada uno a afirmar su identidad, a descubrir su experiencia y su recorrido personal. De hecho, el individuo no se define por la etiqueta del grupo al que pertenece, sino que sobre todo se conoce más a sí mismo en su experiencia de pertenencia”.
Ésta es la posición que ha fascinado a la gente, hasta el punto de que se han implicado como voluntarios muchos estudiantes de distintas religiones y clases sociales. Con ellos se ha reunido Tahani Al Jebali: “Nuestra propuesta esboza una cultura nueva, pero no es una casta de sabios”. El intento del Meeting de El Cairo es proponer una experiencia de belleza “basada en el diálogo entre personas, en el que cada uno es portador de su propia originalidad”.

Lee la entrevista a Ambrogio Pisoni publicada en Zenit