Cristianismo al aire libre

Alfa y Omega
José Luis Restán

La civilización, la vida buena que construyen juntos los hombres al responder a las necesidades que van descubriendo, no es el resultado bruto de una mera acción (ciencia, economía y política) sino el fruto de la conciencia que ha generado esa acción. Benedicto XVI mostró de manera suprema en el Colegio de los Bernardinos de París, cómo la búsqueda de Dios, la relación familiar que los monjes establecieron con Él a través del cauce de la Iglesia, generó un tipo de comunidad diferente: un amor a la palabra, al canto y al trabajo, una entera construcción que colocaba en el centro la dignidad sagrada del hombre, definido por su sed de significado y su apertura al Infinito. Así surgió la civilización benedictina y con ella, el sustrato de Europa.

El Encuentromadrid es una encarnación contemporánea de este mismo método. Un pueblo reunido por el encuentro con Cristo, que vive la caridad no como utopía moral sino como experiencia cotidiana de unas relaciones marcadas por el don y la gratuidad. No es la comunidad quien genera con su esfuerzo la caridad. Es la caridad como forma nueva de vivir la que genera un pueblo distinto. Y como dice con absoluto realismo el Papa en la encíclica Cáritas in Veritate, la caridad es el principal factor de desarrollo. Más aún, como explicaba Don Luigi Giussani, si falta esta caridad el progreso decae y a la larga se convierte en violencia.

En esta edición EM se ha tomado en serio la provocación de Benedicto XVI, que no es una piadosa exageración: la caridad es el factor más potente de construcción social al servicio del hombre. Por eso en el EM10 se hablará de subsidiariedad y de trabajo, de libertad religiosa y de acogida, de la reconstrucción de Haití o de la epopeya de Solzhenitsyn, y se mostrarán numerosas obras nacidas en el cauce educativo de Comunión y Liberación, en el que se inserta este evento singular. Pero el verdadero protagonista será un pueblo que reúne ya a tres generaciones, un pueblo que escucha y pregunta, que trabaja a destajo para sostener este encuentro, y que celebra con la fiesta y el canto la belleza de una fe que abraza todo lo humano.