Dolor grandísimo, seguridad granítica

Análisis Digital

El misionero de Comunión y Liberación Aldo Trento afirma que “urge responder con la santidad de nuestra vida” a la campaña de los abusos sexuales

El padre Aldo Trento, sacerdote misionero italiano que sirve en Paraguay desde hace varios años, escribió una carta al diario liberal Il Foglio, dirigido por el agnóstico Giuliano Ferrara, en la que rechaza la campaña mediática de quienes "escupen" al Papa Benedicto XVI y a los sacerdotes "usando la diabólica arma de la pedofilia"

El misionero comenta que "este argumento parece interesarle más a algunos periodistas y a sus fantasías y alucinaciones que al público: porque me he encontrado a miles de personas, sobre todo jóvenes, y ninguno me ha hecho una pregunta sobre este asunto. Lo que significa que si bien existe este flagelo en el mundo y ha afectado también a la Iglesia, recibiendo la dura, clara y fuerte condena del Santo Padre, aún estamos lejos de aquel fenómeno de masa, como si todos los sacerdotes fuesen pedófilos, como quieren hacernos creer".

El padre Trento, que lleva 40 años de sacerdocio en diferentes partes del mundo en orfanatos, colegios e internados, afirmó que “nunca he visto a un colega culpable de este delito”. “No solo eso, sino que he vivido con sacerdotes y religiosos que han dado la vida para que estos pequeños también la tengan", añadió.

Tras relatar algo de su intensa vida de servicio en medio de prostitutas, homosexuales, travestis, enfermos de SIDA, recogidos en las calles, en la inmundicia, el sacerdote criticó duramente a quienes "escupen" contra la Iglesia. "Me hace sufrir este escupir en el plato en el que, Dios mediante, incluso algunos morbosos periodistas, se encontrarán mañana comiendo, porque si uno se equivoca no quiere decir que la Iglesia sea así. Esta Iglesia es el respiro del mundo", señaló.

Asimismo, cuestionó a los periodistas que atacan a los sacerdotes y al Papa: "¿No se preguntan qué cosa sería de este mundo sin este puerto de esperanza segura para todo hombre, incluidos ustedes que en estos días como cuervos feroces se divierten sádicamente escupiendo sobre su Castro Rostro? Vengan al tercer mundo para entender qué cosa quiere decir que miles de sacerdotes y hermanas mueren dando su vida por los niños".

En este sentido, afirmó: "No perdamos el tiempo ante los delirios de algunos periodistas que usan ciertos execrables casos de pedofilia para atacar el Acontecimiento cristiano, para poner en discusión la perla del celibato, y miremos a los miles de personas, jóvenes en particular, que buscan, creen y preguntan a la Iglesia el porqué, el sentido último de la vida y que ven en Ella la única respuesta".

Por otro lado, expresó su preocupación por la "ausencia de santidad en nosotros sacerdotes que otras cosas por graves y dolorosas que sean. Me preocupa más una Iglesia que se avergüenza de Cristo, en vez de predicarlo desde los techos. Me preocupa no encontrar sacerdotes en los confesionarios por lo que el pecador que vive en el tormento de su pecado no encuentra un confesor que lo absuelva".

"A las acusaciones infames de estos últimos días –continuó el sacerdote– urge responder con la santidad de nuestra vida y con una consigna total a Cristo y a los hombres necesitados, como nunca, de certeza y esperanza".

A la pedofilia, prosigue "se debe responder como el Papa nos enseña. Pero solo anunciando a Cristo se sale de este horrible escenario porque solo Cristo salva totalmente al hombre. Pero si Cristo ya no es más el corazón de la vida, entonces cualquier perversión es posible. La única defensa que tenemos son nuestros ojos enamorados de Cristo".

Finalmente, reconoció que "el dolor es grandísimo, pero la seguridad granítica: ‘Yo he vencido al mundo’ (de Cristo) es infinitamente superior".