Huellas N.8, Septiembre 1999

El secreto del Meeting en una cena

Este año, pasada la XX edición, la pregunta es más urgente e intensa.
Se lo han preguntado las miles de personas que lo han visitado (30% más que el año pasado), los muchos invitados de relevancia internacional que han intervenido y los observadores de los medios de comunicación.
Asistiendo a los encuentros, dándose una vuelta por las exposiciones y las salas de la Feria de Rímini (o por las páginas que aquí le dedicamos) la pregunta no parece encontrar una respuesta exhaustiva. Por el contrario, se despierta aún más, se agudiza. Entre los varios fotogramas de una semana intensísima es difícil elegir alguno que señale de manera sintética una posible respuesta.
Sin embargo, sucedió algo aparentemente pequeño y privado en medio de tantos encuentros y eventos de relevancia internacional en el ámbito cultural, social y político: una noche, algunos amigos americanos e italianos fueron a cenar con el escritor estadounidense Chaim Potok, que estaba en Rímini para dar la conferencia inaugural.
Hablaron de muchas cosas en la cena, entre otras, de sus conocimientos literarios y, aprovechando sus raíces judías, discutieron acerca de la concepción del hombre y de su relación con Dios, tal como aparece en la poesía de los Salmos. En un determinado momento, Potok recitó en lengua original y según el ritmo típico, algunos versículos del Salmo 8: «Señor, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder?».
Después gracias al sound de algunos americanos, a una voz española y a la armonía de los italianos, estuvieron cantando durante un buen rato, desde Granada hasta Povera voce. También el matrimonio Potok ofreció, al final de la velada, la interpretación de un canto judío.
Meeting significa “encuentro”.
El secreto no está en un discurso, en una teoría infalible, o en un esquema que aplicar a la realidad para obtener una hegemonía que proporcione seguridad.
El secreto es la propuesta de un encuentro con una experiencia humana que abraza y sostiene a cualquier hombre que, al comprometerse con la realidad, se sobrecoge conmovido ante el Misterio presente en la vida.
Estos encuentros son el secreto que permite resistir a un pueblo y que le hace crecer ante cualquier sistema de poder, en contra de la continua y engañosa reducción de la vida a un pasatiempo vano.
Todo el valor del Meeting consiste en ser una experiencia que, en el umbral del nuevo milenio, se ofrece como el testimonio de hombres fascinados por el judío Jesús de Nazaret, y por tanto, protagonistas de «la gran aventura de las apariencias», se trate de la paz en Kósovo o de la educación de sus hijos.
Por eso el título del próximo Meeting que tendrá lugar en Rímini del 20 al 26 de agosto es: «2000 años, un ideal sin fin».